Indignación por muerte de disidente

Wilmar Villa Mendoza, un preso político cubano de 31 años, murió tras una huelga de hambre de 56 días que realizó como medida de protesta por su encarcelamiento.

La noticia tuvo impacto inmediato en Miami, donde la disidencia cubana acusó al régimen de Raúl Castro de la muerte del joven. En tanto, el Gobierno español condenó el hecho e instó a La Habana a que libere a todos los prisioneros opositores al castrismo.

Estados Unidos deploró la muerte "sin sentido" de Villar y sostuvo que demuestra que la represión no cesa en la isla.

Villar Mendoza fue arrestado en noviembre del año pasado y una corte lo sentenció a cuatro años de prisión por delitos como desobediencia, resistencia y crímenes en contra del Estado.