Foto: Rafael Cornejo.
Foto: Rafael Cornejo.

Redacción PERÚ21

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Javier Bedoya,CongresistaAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com

Es hijo de Luis Bedoya, el fundador del PPC. En esta charla, Javier Bedoya manifiesta, no sin críticas, su satisfacción por la labor del presidente Ollanta Humala.

¿Ha hecho honor al apellido de su padre?Por lo menos, siempre he procurado hacerlo. Yo bebo política desde que tengo uso de razón, y mi padre, con su ejemplo y con las múltiples conversaciones que hemos tenido –sobre todo ahora–, siempre me inculcó principios y lecciones. Recuerdo que me dijo que me metiese en política solo cuando tuviese independencia económica, porque un político no debe depender de un sueldo del Estado. También me dijo que primero debemos pensar en los intereses del país; luego, en los del partido y, al final, en los personales.

Su hermano recibió dinero del fujimontesinismo…Él ya no es pepecista. No sé si está afiliado o no al partido, pero no tiene ningún cargo dentro de la estructura partidaria.

¿El PPC se está transformando en un partido moderno?Yo les digo a los jóvenes que no repitan nuestros errores. Se nos acusa de limeños, pero también tenemos el 'defecto' profesional –quizás porque tenemos muchos abogados– de poseer un lenguaje demasiado lógico y racional; nunca hemos recurrido a la emotividad y menos a la demagogia. Quizás esto nos ha impedido tener una conexión directa con el pueblo.

¿Deberían ser emocionales?Aunque no hemos llegado al poder, el PPC ha triunfado en lo siguiente: frente al estatismo dijimos que el ser humano debía ser el eje de la sociedad; señalamos que el Estado y la economía debían estar al servicio del ser humano, y no al revés; introdujimos el concepto de economía social de mercado que tiene como gran objetivo y beneficiario al usuario; fijamos que el Estado no tiene como función ser empresario, sino que debe dedicarse a lo que le es inherente: la defensa, la salud, la educación. Toda esta prédica –que hizo que se nos dijera que éramos el partido de los ricos y de los gerentes– es hoy parte del sentido común. En materia económica, desde el gobierno de Fujimori se siguen nuestras propuestas. Ojo, en materia económica, porque nosotros sí somos demócratas.

Dicen que Humala no tiene autoridad. ¿También lo siente blandengue?No ha hecho sentir su liderazgo. Sin embargo, en los hechos ha sido capaz de alejarse del sector más radical e izquierdista. Además, ha enfrentado situaciones familiares muy duras: ha deslindado con su padre, ha cumplido con mantener a su hermano detenido.

¿Cómo ve al Congreso?No es bueno, arroja mucho déficit, pero yo aprendí a ser más tolerante cuando, en 1985, siendo diputado, tuve un diálogo con Roberto Ramírez del Villar. Escuchábamos un debate lleno de pobreza conceptual. Le dije a Ramírez del Villar: "¿Así de mediocres han sido nuestros anteriores congresos?". Me miró y me dijo: "El Congreso es el reflejo del país. Esto es lo que somos".

¿Los peruanos somos buenos emprendedores pero malos electores?Esto se explica por el deterioro de los partidos y de la clase política nacional. El primer gobierno de Alan García desprestigió mucho a la clase política y a los partidos. Allí aparecen los outsiders. Ricardo Belmont fue el primero y, desde entonces, vivimos dando saltos al vacío. El mismo Humala carece de partido y de cuadros propios.

¿Carece de ideas?(Piensa). Está en una transición y vive un conflicto permanente entre las primeras ideas que defendió como aspirante a la Presidencia y las que, en el poder, el sentido común le ha impuesto. Es un converso que aún no tiene internalizados los fundamentos de su nueva prédica.

¿Qué piensa de Nadine?Es una gran señora, una dama, pero a veces tiene demasiada exposición y opaca al marido, quien debería ser el personaje principal. Sin embargo, le ha dado frescura al Gobierno.

¿Ve un mejor país en 2016?En la medida que se mantenga la política económica, sí. El presidente ha tenido una omisión muy grave: no darles cara a sus electores. El 28 de julio perdió la oportunidad de explicarle al país, con entereza, la inconveniencia de aplicar sus postulados electorales y explicar las razones de su cambio. Allí debió pedir apoyo y comprensión. Esto habría bajado mucho las tensiones.

¿Cómo combatir a Santos?Democráticamente… y aplicando la ley. Él tiene todo el derecho de protestar pero sin recurrir a la violencia, sin usar recursos públicos y respetando la ley. Quien desacata la autoridad debe responder ante la ley. En nuestra sociedad prevalece la impunidad, y esto se debe a la ineficiencia, a la falta de autoridad tanto del Ministerio Público como del Poder Judicial. No es posible que no haya un solo detenido por el 'Baguazo', por los cinco muertos de Bambamarca. Ya es hora de que la democracia se defienda, que nos pongamos los pantalones y que dejemos atrás la impunidad.

AUTOFICHA

- En el PPC tenemos el 'defecto' profesional de poseer un lenguaje demasiado lógico y racional; nunca hemos recurrido a la emotividad y, menos, a la demagogia.

- Jugar a la política del avestruz y no dar la cara no es la actitud que el pueblo merece. Por eso, es normal que sienta que Humala le ha mentido.

- El PPC, como institución, es limpio e inmaculado y, a lo largo de sus 46 años, siempre priorizó los intereses del país y trabajó por fortalecer la democracia.