El vandalismo suscitado en La Parada demuestra la férrea resistencia al traslado que tienen los comerciantes desde hace tiempo. Si hay responsables, ellos han venido de adentro, de los malos empresarios que en todo momento manifestaron su intención de no moverse. Además, los vándalos vinieron mandados o auspiciados por alguien.
Según la información que manejo, uno de los muertos pertenecía a un grupo impulsado por La Victoria para reinsertar a la sociedad a personas que han delinquido. Es decir, estos malos empresarios les han pagado para delinquir nuevamente.
Mi posición es que debemos respetar la disposición de la Municipalidad de Lima. La decisión de prohibir el ingreso de camiones a La Parada está tomada y solo nos queda apoyarla. Si bien no fui convocado por Lima para realizar esta intervención, pues se ha estado trabajando con cierta confidencialidad, yo no quiero ver los defectos. Hay que identificar al sector de empresarios rentistas que alquilan sus puestos.