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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Así, tenemos que mientras la gran mayoría de ciudadanos están optimistas y esperanzados acerca de la situación económica de la que disfrutará su familia el próximo año, en el Congreso no tienen ningún proyecto de ley pensando en beneficiarlos.

Más aún, en lugar de estar atendiendo a las necesidades de esa clase media que se está incrementado a diario y que requiere que le den algo –seguridad, educación, salud o, al menos, reducir los trámites burocráticos– a cambio de los impuestos que paga, los parlamentarios parecen estar atrapados en el tiempo siempre repitiendo los mismos proyectos y escándalos. Como es el caso de la costosa e innecesaria incorporación de casi 200 mil trabajadores CAS a la planilla del Estado. Siempre tan generosos, y buscando votos, con el dinero de los peruanos.

Por otro lado, no hay duda de que Humala es afortunado pues ha heredado no solo un fuerte impulso en inversiones, sino también la aparición de una nueva corriente del consumidor al cual ni el periodo electoral ni la crisis internacional le han quitado el entusiasmo. Simplemente, es un consumidor nuevo que sigue gastando como si hubiera mañana y puede terminar convertido en el motor del crecimiento durante muchos años.

Sin embargo, siempre existe el riesgo de que, ante tantas marchas o paros, se generen temores y se contraigan las inversiones y que el crecimiento se siga desacelerando hasta el punto de que empecemos a escuchar nuevamente que no hay chorreo.

Por ello, el Gobierno debería asegurarse de que contrarresta los efectos negativos de los desmanes y escándalos implementando un claro programa de promoción de inversiones. Lo fundamental es garantizar que el crecimiento continúa alto para que el consumidor no pierda la confianza y siga gastando.