(Rafael Cornejo)
(Rafael Cornejo)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Carlos Lazary,DiplomáticoGonzalo Pajaresgpajares@peru21.com

Lleva 11 meses en el Perú, pero siente que ya habla como limeño, y ya afirma que acá se come mejor que en Río. Con ustedes, Carlos Lazary, embajador de Brasil.

¿Río de Janeiro es la ciudad más divertida del mundo?No sé si es la más divertida, si sé que es una fiesta. Tiene un aura especial. Siempre fue una ciudad muy hospitalaria, y sigue siendo la capital cultural de Brasil. Los cariocas trabajan mucho pero, frente a los paulistas, parecemos que trabajamos poco por la playa, que la tenemos tan cerca.

No me negará que los cariocas tienen un espíritu juguetón…Somos de la jarana, es verdad (ríe). Nos gusta todo lo que es fiesta, diversión y fútbol. El Maracaná, el estadio, es una ciudad dentro de la ciudad.

¿Es verdad que el auténtico carnaval está en Bahía?No es así. En Río, el carnaval se profesionalizó, pero han vuelto las 'tribus', que salen espontáneamente a festejar. Por esto, hoy, el mejor carnaval de calle ha vuelto a ser el de Río… y el de Recife. El carnaval de Bahía es fantástico, pero hay una separación entre la fiesta del nativo y la del foráneo.

Brasil tiene muchos contrastes…Ha cambiado mucho, pero aún tenemos problemas. Hemos incorporado a mucha gente al consumo, pero aún hay mucha disparidad. Los números nos dicen que somos 194 millones de habitantes y que en los últimos doce años salieron de la pobreza 40 millones de brasileños. Todavía tenemos a 13 millones en pobreza, pero esta cifra está disminuyendo y, en el caso de la pobreza extrema, de un millón 500 mil personas pasamos a tener 700 mil. Es decir, en Brasil ha habido un cambio muy grande pues las zonas que más crecen son aquellas de más pobreza. Lo que hoy hace Humala –llevar los programas de inclusión social a los más necesitados–, nosotros lo hicimos a fines de los 90. Los resultados hablan por nosotros, pero es innegable que nos falta mucho por hacer. La calidad de nuestra educación aún es endeble, pero hoy estamos universalizándola, mejorando los sueldos de los profesores, etcétera.

¿Es Brasil un país ambicioso?Brasil siempre fue visto como el país del futuro… que nunca llegaba. Pero hoy tenemos una mayor autoestima y los brasileños se sienten integrados al país, confían en el futuro…

¿Y cómo miran a sus vecinos?La integración está difundida en toda la sociedad brasileña pues sabemos que nuestro futuro inmediato está en Latinoamérica. La prioridad de nuestra política exterior es América del Sur, por eso promovimos Unasur. Brasil no puede actuar internacionalmente si no está integrado con sus vecinos cercanos. Por eso hemos promovido la enseñanza del español. El idioma no es una barrera pues sentimos que el español es un puerto seguro para nosotros: nuestra gran lengua es el 'portuñol' (risas).

Para su despegue, ¿cuánto necesita Brasil del Pacífico?Brasil encara esta conexión como un objetivo estratégico. Nuestro acceso al Pacífico es más fácil pues solo somos dos países los involucrados en este tránsito. Por eso, somos unos socios estratégicos.

¿En condiciones de igualdad?Absolutamente. Brasil ve su relación con Perú como una relación entre iguales. En el Perú hay mucho capital brasileño… y mucho más está por venir. Las empresas brasileñas que actúan acá lo hacen bajo los mismos parámetros con los que actúan en Brasil, con mucha responsabilidad social y ambiental. Es más, ya hay empresas peruanas trabajando en Brasil.

¿Es tarea de un embajador hacer lobby por las empresas de su país?Es un trabajo fundamental, y todos, en el mundo, lo hacemos.

La balanza comercial les favorece…Hay muchas empresas brasileñas trabajando aquí. La brecha entre Brasil y Perú ha disminuido. Este año esperamos comercializar alrededor de cuatro mil millones de dólares. Recordemos que las exportaciones peruanas han crecido 50%, y las brasileñas, 26%. La tendencia es que la brecha disminuya, y la buena noticia es que, ahora, ustedes nos venden más productos con valor agregado, no solo materias primas.

AUTOFICHA

- Trabajé con Lula y con Dilma Rousseff, la actual presidenta de Brasil. Este es un momento fundacional para Brasil pues ya se notan los resultados de la inclusión social.

- Soy carioca. Soy hincha del Fluminense. Estuve en un Fla-Flu con 177 mil personas en el estadio Maracaná. Era tribunero, iba a 'popular'.

- En Brasil vivimos una consolidación de nuestras instituciones, de la democracia. Hemos realizado reformas estructurales en el Estado. Necesitamos uno que sea moderno.