notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fernando Maestre,Opina.21fmaestre@peru21.com

La primera no es valida pues no hay una sola media naranja. La segunda, sí. Una persona honesta confesaría que el sexo en pareja no colma las expectativas que tuvo al casarse, pero que se ha conformado con disfrutar del otro cuerpo. Como dice Lacan: "El encuentro sexual no existe" (el coito sí). Lo masculino no puede encontrarse en fusión perfecta con lo femenino ya que los cuerpos son diferentes: distintas hormonas, distintos genitales; por tanto, nunca se sabrá si una mujer gozó con su compañero. Por eso, al terminar el acto sexual, ambos preguntan: "¿Te hice feliz?", "¿gozaste?", ya que el único modo que él tiene de saber si la hizo gozar es que ella se lo diga, y sobre esto se puede mentir. Las parejas que duran son las que ya no preguntan y se preocupan de que ambos, por su lado, estén bien juntos pensando que su pareja goza razonablemente con el cuerpo de él, aunque ella no lo mencione o exagere al respecto.