El juez César San Martín dejó mal parado a Peláez porque aclaró que un legislador no puede ser 'chuponeado’. (Martín Pauca)
El juez César San Martín dejó mal parado a Peláez porque aclaró que un legislador no puede ser 'chuponeado’. (Martín Pauca)

Redacción PERÚ21

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Soy su jefe, pero no sé nada. Así se podría resumir la presentación de ayer del fiscal de la Nación, José Peláez Bardales, ante la Comisión de Justicia del Congreso de la República, a la que fue convocado para explicar el caso de la interceptación telefónica a Luis Galarreta, parlamentario de Alianza Por el Gran Cambio.

Acompañado por un séquito de seis fiscales, entre supremos y superiores, además de su gabinete de asesores, el titular del Ministerio Público llegó a la sede del Legislativo 10 minutos después de la citación, que estaba programada para las 3 de la tarde.

"YO NO FUI, FUE TETÉ"Aunque el lunes salió al frente para defender a capa y espada la 'legalidad' de la interceptación a Galarreta, ayer dijo que "yo pude haberme equivocado al decir que todo era legal. La prensa me ha malinterpretado y apareció como que yo avalaba la investigación".

Pero lo que más llamó la atención de los congresistas de la Comisión de Justicia fue el desconocimiento que sobre el caso reconoció –y en reiteradas oportunidades– el fiscal Peláez.

Así, afirmó que solo horas antes se había enterado de la existencia del parte policial –del cual dio cuenta Perú21 ayer– en el cual se indicaba que el teléfono 99571-3394 estaba registrado con el nombre 'Galarreta' en el celular del periodista Rudy Palma.

Peor aún, emulando a Poncio Pilatos, el magistrado señaló que no firmó la resolución para que el caso pasara de una Fiscalía común a una de Crimen Organizado.

"Yo estaba fuera del país, me encontraba en Santiago de Chile en una reunión de Ministerios Públicos. Fue la fiscal a cargo, Gladys Echaíz, quien firmó la resolución, yo me enteré por la prensa".

Como se esperaba, esta actitud fue duramente criticada por los legisladores, a quienes les llamó la atención que, siendo el titular de la Fiscalía de la Nación, desconozca lo que sucede en su propia oficina.

"La fiscal (Echaíz) sí me informó de la resolución cuando regresé de mi viaje, pero ya estaba (el documento firmado)", manifestó Peláez en un vano intento por hacer valer su autoridad. A su lado, la fiscal Echaíz solo atinaba a mirarlo, imposibilitada de replicar a su ahora jefe.

"SOLO SÉ QUE NADA SÉ"Y siguiendo en la línea de evadir cualquier responsabilidad sobre el espinoso caso, Peláez también dijo que desconocía el desempeño del fiscal William Montes Malpartida en la investigación a Rudy Palma y, a modo de disculpa, señaló que "desconozco lo que hacen los cinco mil fiscales" que existen a nivel nacional.

Asimismo, al consultársele sobre las medidas que su despacho asumió respecto al cuestionado fiscal, Peláez dijo, sin rubor alguno, que Montes se encuentra actualmente realizando una pasantía en España "junto con otros fiscales" y que "tiene programado su retorno, si es que regresa, la próxima semana. Él tendrá que responder por qué solicitó que se interceptaran las líneas telefónicas".

Este argumento del fiscal supremo mereció el rechazo en bloque de los parlamentarios opositores, quienes cuestionaron esa postura.

"Es decir que ese fiscal, que parece tener más poder que el mismo fiscal de la Nación, ordena interceptar a un congresista, y el fiscal Peláez, en vez de ordenar su retorno inmediato al país, dice que regresará todavía la próxima semana", fue la reacción de Galarreta.

Y en un nuevo intento por demostrar su jerarquía, el fiscal dijo que Montes "ya no está en el caso". Incluso adelantó que se evaluará si la investigación a Rudy Palma seguirá en la Fiscalía del Crimen Organizado o si retorna a una fiscalía común.

Luego de que los miembros de la Comisión de Justicia y de que el mismo presidente del Poder Judicial, César San Martín, señalaran que la responsabilidad de las irregularidades cometidas en el caso Rudy Palma y en la ilegal interceptación al congresista Luis Galarreta recaía en el Ministerio Público, Peláez informó que ya se habían tomado las medidas correctivas del caso.

En ese sentido, recordó que la Fiscalía Desconcentrada de Control Interno ha iniciado una investigación a William Montes Malpartida quien, dijo, "aparentemente actuó indebidamente y no guardó las reglas procedimentales".

CON LA SOGA AL CUELLOHasta antes de su intervención en la Comisión de Justicia, el fiscal Peláez argumentaba que el fiscal Montes no había tenido conocimiento de que uno de los teléfonos intervenidos pertenecía a un congresista e, incluso, se indicó que "en el teléfono del señor Palma solo había números de celulares, no nombres".

Sin embargo, ayer fue el mismo vocal supremo San Martín quien trajo abajo su argumento y, confirmando la información que publicó este diario, refirió que en el oficio que la Policía envió a Montes sí se identificaba al legislador Galarreta.

Durante su intervención, San Martín también fue claro al expresar que "los teléfonos de los congresistas no pueden ser intervenidos", salvo que se siga todo el procedimiento de levantamiento de inmunidad parlamentaria. Lo que no ocurrió en este caso.

"Aquí hay que hacer una diferenciación entre la forma en la que actuó el fiscal, que sobre eso yo no voy a responder, y la conducta del juez", dijo el presidente del Poder Judicial, marcando distancia de las irregularidades cometidas. Sin embargo, informó que la actuación del juez Abel Pulido está siendo investigada por la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA).

A su turno, Peláez insistió en que "a su regreso de España, él (fiscal Montes) tendrá que responder por qué pidió que se interceptaran esos números", cuando conocía que uno de ellos le pertenecía a un legislador.

En respuesta, el parlamentario Galarreta sacó a la luz el 'tuit' que el 4 de mayo publicó la Gerencia de Imagen del Ministerio Público, en el cual informaba que habría más intervenidos en el caso de Rudy Palma. "¿Adelantaban que se venía la intervención a un congresista? El fiscal Peláez dice que no sabe nada pero, entonces, su gerente de prensa sabe más de lo que pasa en la Fiscalía que él mismo", señaló el legislador.

Uno de los peores momentos para el fiscal fue cuando Galarreta le preguntó si lo había visitado algún integrante del Ejecutivo para hablar sobre el caso del experiodista de Perú21 Rudy Palma.

"Es mejor que diga la verdad, porque parece que el fiscal se acuerda a medida que los hechos se publican en la prensa. No vaya a ser que algún medio ya tenga un reporte que revele que, efectivamente, alguien lo visitó en su despacho", le dijo Galarreta.

Sin ocultar su nerviosismo, el fiscal de la Nación solo atinó a negar que hubiera ocurrido cualquier intromisión.

VICIOS DEL PROCESO

- Traslado a fiscalía de Crimen OrganizadoLa primera irregularidad fue pasar el caso de Rudy Palma a una fiscalía de Crimen Organizado, como si su delito hubiese sido perpetrado por una organización criminal.uFFFC

- Ofrecimiento de acogerse a colaboración eficazPalma ha confesado que, sin la presencia de su abogado, un fiscal le pidió que se acogiera a la 'colaboración eficaz'. Esto es, que comprometiera a otras personas a cambio de beneficios.

- Presencia del ministro Silva en sede policialTambién reveló que los propios policías le comentaron que el ministro de Comercio Exterior, José Luis Silva Martinot, acudió dos veces a la Dirincri para rendir su manifestación pese a que no estaba citado.

- Citación falsa a editora de EconomíaSe utilizó un nombre falso y el DNI de una persona fallecida para hacer creer que la editora de Economía, Gina Sandoval, había sido notificada y, por ello, se ordenó su detención.

- 'Chuponeo' a congresistaSin respetar los procedimientos constitucionales, un fiscal provincial ordenó 'chuponear' el celular del parlamentario Luis Galarreta y de otras 20 personas. Lo extraño es que el juez que lo autorizó no reparó en que se trataba de un congresista.

- Fiscalía sabía que 'chuponeaban' a GalarretaEl fiscal Peláez dijo que no sabían que el teléfono era de Galarreta. Sin embargo, Perú21 reveló que, el 26 de abril, la Policía informó la identidad del propietario de la línea.