Carreteras bloqueadas, saludos del alcalde de Sao Paulo, Gilberto Kassab, y gran algarabía en cada cuadra de la avenida Tiradentes. Así fue la llegada del Corinthians a Brasil, que tuvo un reencuentro muy emotivo con sus 'torcedores'.
El capitán Alessandro y el delantero Emerson fueron los más efusivos. En tanto, el golero Cassio, otra de las figuras, no dejaba de sorprenderse. "Los hinchas querían besar mi mano", señaló. A los gritos de "¡bicampeón, bicampeón!", los simpatizantes del 'Timao' acompañaron al equipo hasta la Plaza de los Héroes de Febrero, donde se desató la fiesta.