Foto: Difusión.
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Redacción PERÚ21

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Pilar Sordo,PsicólogaAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com

Pilar Sordo es una psicóloga chilena que recorre América Latina hablando de nuestros miedos, de nuestras taras y de nuestros prejuicios. Llega a Lima para dar tres conferencias en el María Angola (11, 12 y 13 de marzo, entradas en Teleticket) y para presentar su nuevo libro: Bienvenido dolor (Planeta).

¿Los latinoamericanos somos naturalmente pesimistas?No. Hay países que son más pesimistas que otros, y esto tiene que ver con la estructura social a la que estamos sometidos. Chile y Perú pueden ser países pesimistas; Ecuador, un poco, pero quedan fuera Argentina y Colombia, que tienen otra estructura para el disfrute.

El Perú vivió una gran crisis económica y violencia política por más de una década. ¿Eso explicaría nuestro pesimismo?No. Aunque suene paradójico, las experiencias dolorosas, las crisis económicas o políticas pueden ayudar a revalorar la vida, a liberar la alegría, porque las prioridades se modifican, se pone acento en otros aspectos de la existencia y se logra resignificar lo que están viviendo.

¿Hay sociedades más proclives a la felicidad que otras?Antes, la felicidad se basaba en cosas distintas y, quizás, más simples. Hoy, ser feliz es más difícil porque hay más elementos contaminantes, pero es lo que nos ha tocado y no hay que correrse.

Algunos dicen que el valor de Latinoamérica está en su espiritualidad, en su solidaridad…Depende. Hay países que buscan la trascendencia espiritual más que otros. También depende de las ciudades: en las urbes hay mayor dificultad para el contacto espiritual, para llegar al otro. En mi investigación concluyo que las ciudades más grandes de América Latina tienen más problemas para valorar al otro. Los latinoamericanos estamos muy vinculados con nuestra familia.

¿Cuán necesario es el otro para ser feliz?Es imposible ser feliz sin los otros. Deberíamos invertir más en la generación de vínculos que en las empresas. Al final de la vida, lo más importante es lo que uno hizo puertas adentro. Los latinoamericanos somos más familieros, estamos más dispuestos a reforzar estos vínculos que los anglosajones, pero estos tienen valores de los que nosotros carecemos. No hay sociedades superiores a las otras. Además, hay tantas realidades como individuos.

¿Se puede hacer una distinción de género para ser feliz?No. Pero el hombre tiene mayor capacidad para anclarse en el presente que la mujer. A las mujeres nos cuesta conectarnos más con lo que nos está pasando en el momento porque estamos pendientes de demasiadas cosas al mismo tiempo. Esto perjudica que disfrutemos del presente pero, cuando profundizamos, podemos disfrutar un poco más de la felicidad.

¿La sociedad de nuestros días le ha dado mayores responsabilidades a la mujer?Por un lado, sí. Pero también pasa que a la mujer le cuesta mucho pedir ayuda, delegar. Como necesitamos sentirnos necesarias, queremos hacerlo todo nosotras y, por eso, somos responsables de que se nos recargue con más cosas de las que debemos.

¿Tener muchas responsabilidades y poco tiempo libre es un impedimento para ser feliz?No necesariamente, porque quien no tiene nada que hacer también puede ser infeliz. La felicidad no se encuentra, se decide.

¿La felicidad puede ser permanente?Sí. En la medida en que la decido y la trabajo todos los días, sí; en la medida en que la asocie con la alegría, no. Yo puedo ser feliz todos los días, no puedo estar contenta siempre.

¿Por qué la felicidad es vista como un escape? Una amiga me decía "seré feliz cuando pueda instalarme en un casita en el campo, rodeada de naturaleza y alimentándome de lo que produzca en mi huerta".Dígale a su amiga que me lleve con ella (risas). Existe la fantasía de pensar que el aislamiento tiene que ver con la paz. Yo no creo que sea así. Sin duda, el entorno ayuda, pero el contacto con uno mismo es independiente del lugar donde se esté.

¿Por qué es mal visto que una madre deje a sus hijos y no tanto que el padre lo haga?Los adultos debemos valorar a los hijos sobre nuestra individualidad porque traerlos al mundo es una responsabilidad. Primero están ellos, luego ya tendremos tiempo para nosotros. En esto, la psicología ha hecho mucho daño pues ha enfatizado mucho el individualismo, cuando la esencia de la felicidad está en el dar, en el darse a otro.

En Lima dictará la conferencia 'Viva la diferencia'. ¿Por qué es importante ser diferente?Porque, en la medida en que valore mi diferencia, sabré qué puedo entregar. Cuando todos nos parecemos, ¿cómo sabremos qué debemos aportarle a la sociedad? Por otro lado, una sociedad que permite la diferencia es más tolerante y rompe con los miedos, y ya sabemos que los prejuicios se construyen porque existe el miedo.

AUTOFICHA

- El hombre es un eterno alumno de la vida. Su poder está en su capacidad de aprender todos los días, en ser humilde y en apreciar lo que le ha tocado vivir.

- Bienvenido dolor es una investigación acerca de la felicidad, y surge por el trabajo que realizo en mi fundación para pacientes con cáncer.

- Bienvenido dolor es una invitación a un proceso de transformación, a entender el dolor como un camino que hay que tocar, pero del que hay que salir liberado y feliz.