El gobierno español aprobó una reforma laboral que abarata el despido y creó, en contrapartida, un nuevo contrato que permitirá cobrar, por primera vez, salario y prestación por desempleo.
La vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría aseguró que estos cambios "marcarán un antes y un después en la legislación laboral".
La nueva norma aprobada por el conservador Partido Popular elimina la indemnización de 45 días por año trabajado y la sustituye por una de 33 días. También permite que las empresas con pérdidas económicas puedan despedir con el pago de solo 20 días.
El anterior gobierno aplicó una reforma laboral que no impidió que la desocupación siguiera subiendo. La tasa de desempleo es de 22.9%.