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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Por otro lado, entre los diversos sectores involucrados, es innegable que es el Ministerio Público el que está más enredado. Ayer, en la Comisión de Justicia del Congreso, el fiscal de la Nación tuvo que reconocer la cuestionable actuación del fiscal que estuvo a cargo y a quien, dicho sea de paso, ha culpado de todo lo que ha pasado.

Luego no pudo aclarar las diversas interrogantes que le plantearon, dejando una impresión de improvisación en el manejo que la Fiscalía le ha dado a este caso. Ello, posiblemente, como consecuencia de haber sido presionados, lo cual aún tiene que ser aclarado.

Pero lo que sí ha quedado claro, y es realmente aterrador, es la facilidad con la que pueden ser interceptadas las conversaciones privadas de los peruanos. La sensación que deja este incidente es que el Estado puede decidir violar la privacidad de cualquiera de sus ciudadanos y que es muy poco lo que uno puede hacer para evitarlo.

Incluso, si un parlamentario y los periodistas de diarios de circulación nacional han sido víctimas del atropello por parte de funcionarios, uno se pregunta qué no harán estos con los derechos del resto de los peruanos. ¿Cuántos estaremos siendo 'chuponeados' porque un ministro tuvo un lío de faldas o porque un medio mantiene una línea de oposición o, simplemente, porque a un fiscal se le ocurrió?

Más aún, la interceptación, que es un instrumento fundamental para combatir el narcotráfico –el principal problema del país y el cual este gobierno no está enfrentando–, termina siendo, gracias a ineptos o sobones, totalmente desperdiciada. Por ello, es fundamental realizar una revisión a fondo del sistema legal de 'chuponeo' telefónico para asegurar que no se sigan atropellando los derechos de los ciudadanos.