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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Nano Guerra García,Opina.21nano@somosempresa.com.pe

Estuve en algunas capitales europeas importantes –Roma, Madrid, París– y en otras ciudades turísticas –Florencia, Toulon y Villefranche–, todas marcadas por la crisis, pero también por algunos elementos comunes:

Primero, la integración de los pequeños negocios –restaurantes, puestos de artesanía, libreros ambulantes– con la ciudad. Estas actividades son parte del circuito económico, reglamentado, pero activo. Los restaurantes con mesitas hacia la calle invitan al transeúnte, mientras que, aquí, los 'restauranteros' luchan con municipios obtusos que lo prohíben.

Hay espacios públicos que la gente disfruta civilizadamente. Meriendan en parques, toman vino al pie de la Torre Eiffel, mientras que, aquí, los municipios encierran los parques e impiden que se tomen fotos con un monumento si no se tiene licencia y pago previo. Pasamos de no tener parques a tenerlos cerrados como negocio municipal.

Lo tercero parece una paradoja, pero tiene que ver con que, recién por la crisis financiera, notan la importancia de las mype y de los emprendedores. Los diarios, la TV, los candidatos y los políticos parecen que han descubierto la potencialidad del emprendedor, que es quien resiste la crisis, como lo ha hecho en el Perú.

Por último, notan que durante años alimentaron un Estado ineficiente que, tras el engaño de un estado del bienestar, solo buscó el propio.