Tener la pelota más que ellos es imposible; ganarles, no. Sobre todo si tienes a Didier Drogba, un delantero felino que siempre está al acecho para lanzar el zarpazo. El marfileño apareció una sola vez, en el único ataque bien montado del Chelsea, y eso bastó para que el Chelsea le ganara 1-0 al Barcelona en Stamford Bridge y pusiera –todavía más– en suspenso una eventual final española en la Champions.
El partido se jugó como imaginábamos. El 'Barza' fue y tocó la puerta de Cech varias veces, pero la pelota no quiso entrar. Alexis la estrelló en el travesaño, Fábregas pifió a cinco metros del arco, y Ashley Cole sacó un balón del mismo Cesc casi desde la línea.
En el banco, Guardiola se tomaba la cabeza como presagiando lo que podía venir. Y en el minuto 47 sucedió: Lampard le robó una pelota a Messi y abrió juego para Ramires, quien se fue como puntero antes de tocarla al centro para la llegada de Drogba.
El libreto tampoco varió en el segundo tiempo. Chelsea se tiró más atrás para defender el 1-0 y el 'Barza' lo intentó a su estilo bajo una intensa lluvia. Alexis la tuvo a los 51', tras un magistral pase de Cesc, pero erró en el remate. Sobre el final, Cech desvió con las uñas un cabezazo de Puyol, y Busquets mandó a las nubes una pelota que Pedro había estrellado en el parante.