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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fritz Du Bois,La opinión del directorConsiderando la manera como ha logrado acaparar la atención de los medios, haciendo que sean dejados de lado temas realmente serios, como la creciente inseguridad que siente el ciudadano, uno pensaría que el debate sobre el indulto de Fujimori fue planteado por Sendero.

Incluso, nos podemos imaginar la cara de satisfacción del camarada 'Gabriel' leyendo toda la semana, como si fuera el asunto más importante para los peruanos, las contradictorias explicaciones de un exministro tratando de echar barro por todos lados. Mientras que los senderistas estaban preparando con toda tranquilidad, sin ser molestados, su mayor atentado en muchos años.

Por lo que hoy, domingo siete, no nos podía fallar la mala suerte y nos estamos despertando a la preocupante realidad de que vamos camino a tener que volver a pasar por la más sangrienta pesadilla que hemos sufrido los peruanos.

Ahora Sendero ha confirmado lo que venimos advirtiendo desde hace algún tiempo, fortalecido por los 3,500 terroristas que han sido liberados: ha recuperado su capacidad para actuar tanto en el VRAEM como infiltrando frentes regionales y sindicatos. Así que ya no hay vuelta que darle: Sendero ha retornado. Ello gracias a la incapacidad o complicidad de los que han estado a cargo del Estado. En realidad, ya pasó a segundo plano el tratar de determinar quién carga con más peso por lo que ha pasado.

En todo caso, al Gobierno no le queda otra alternativa que empezar a tomar en serio a Sendero. En primer lugar, Humala debería reflexionar si frente a la gravedad de los hechos, y ante el evidente fracaso de la política de diálogo –tanto con Sutep como en Conga con Santos–, se justifica que siga manteniendo un gabinete que, en lo político, no le está dando ningún resultado. Más aún, si espera tres meses hasta el tradicional cambio en Navidad para tratar de disimular el que los estaría sacando por haber fracasado, se corre el riesgo de que, para entonces, la situación ya se le haya escapado totalmente de las manos.

Por lo tanto, requiere con urgencia contar con el apoyo de personas con capacidad y convicción para poder reaccionar tanto en Defensa como en Interior y, principalmente, en el premierato. Es evidente que estamos frente a una alarmante situación en seguridad, la cual se está deteriorando a diario.

Al final, el Gobierno no podrá seguir negando el grave daño que Sendero está causando. Con la paralización de la ampliación del gasoducto de Camisea no tendremos suficiente gas para poder generar la energía que nuestro crecimiento estará demandado. Por lo que vamos en camino a sufrir nuevamente frecuentes apagones dentro de un par de años. El asunto es verdaderamente dramático, y no podemos seguir engañándonos. Humala tiene que actuar muy rápidamente.