Foto: Rafael Cornejo.
Foto: Rafael Cornejo.

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Julio Sabala,ImitadorAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com

Canta como Julio Iglesias, Juan Luis Guerra, Luis Miguel y Michael Jackson. Pero, Julio Sabala dice que ya le toca cantar como él, como el artista que se siente.

De niño conociste la pobreza…Yo diría que, antes que la pobreza, conocí la precariedad económica, pues la austeridad no está reñida con la felicidad. Provengo de una familia humilde, pero que siempre me dio lo esencial. Fui muy buen estudiante, llevaba excelentes calificaciones a casa y, por eso, mi familia apoyó mi vocación por el arte, porque vio que no se contraponía con mi formación académica.

¿Por qué optaste por el arte?A veces, uno no elige. A los 12 años, en mi colegio me eligieron para representarlo en un festival infantil que organizaba una televisora dominicana. Lo gané. A los 15 años me presenté a unas audiciones para ir a estudiar en la Escuela de Circo de España, la primera fundada en Occidente. De mil chicos, seleccionaron a 15: yo estuve entre ellos pero, en lugar de ir a España, nos incorporaron a un espectáculo circense. Poco después fui a España, pero ya como artista de circo. Sin embargo, allí terminé mi bachillerato y empecé a estudiar Derecho en la Universidad Santiago de Compostela, carrera que abandoné al año pues en el arte empezó a sonreírme el éxito.

Te sientes más un showman que un imitador, ¿no?Es que showman es el que baila, el que imita, el que canta, el que hace todo.

¿La imitación con humor es un arte menor?A pesar de que es un 'artículo' de primera necesidad, el humor ha sido siempre visto como el hermano pobre del mundo del espectáculo. Sin embargo, el humor siempre está en alza, y se hace más necesario en momentos de crisis. Los comediantes somos personajes más a mano, pues estamos más conectados con la vida.

¿No te hubiera gustado tener tus propias canciones, tus propios discos?Yo no podría sentirme feliz ni sentirme realizado, por más éxito que tuviera como cantante, sino desarrollase las otras 50 cosas que sé hacer. La gente sabe de mis habilidades pero soy un showman televisivo por estrenar, un actor cómico por estrenar, un cantante por estrenar… pero en esta tarea debutaré pronto pues ya tengo un hijo, un disco que se llamará Capricho, donde mostraré mi faceta aguda, comercial, divertida que ya conocen amigos míos como Serrat, el Puma y otros, quienes querían hacer unos dúos conmigo.

Dices que quieres ser actor de TV. ¿Por qué no lo eres aún?He rechazado todas las propuestas que he tenido, porque soy muy profesional, no me gusta improvisar. Pronto estaré en el programa Diversión a bordo y haré una película. Pero hay que ir paso a paso: no he montado en globo, no he tenido el hijo, no he plantado el árbol. En realidad, siento que todo está por hacerse. Y esta sensación es buena para el artista, pues nos permite crear. Además, tengo otra faceta, la empresarial, que me ayudará a blindar mi carrera y a proteger, lanzar, catapultar, mimar, apoyar a los muchos talentos que he ido conociendo con el tiempo. Quiero crear una plataforma multimedia.

¿Te sientes realizado?Claro. La diferencia entre éxito y felicidad es clara: éxito es alcanzar lo que uno se propone; felicidad es valorar lo que se tiene. Cuando miro para atrás y veo que me conoce medio mundo hispano, que sabe que soy un showman taquillero, que puedo compartir las bendiciones de la vida con mi familia, que estoy lleno de proyectos, que hago lo que quiero, que tengo salud, cómo no sentirme realizado, feliz.

Más allá del idioma, ¿qué nos une a los latinoamericanos?Estamos hermanados por las mismas deficiencias (risas). Por ejemplo, el mismo chiste de la crisis peruana aplica a la crisis chilena, guatemalteca, dominicana. Además, por Internet, si hago un chiste sobre Evo Morales o Chávez, Ortega o el Rey de España, de inmediato lo conoce medio mundo.

Pero en política no te metes, siempre estás controlado…Sí, porque debo darme cuenta de que, aunque sea querido, no dejo de ser un extranjero, y el nivel de tolerancia hacia un extranjero siempre es menor. Igual, yo uso a Cantinflas y a Don Casimiro, dos de mis personajes, para dar cuenta de mi picaresca.

¿Eres de izquierda?Casi todas las personas que se consideran ciudadanos del mundo, que han tenido acceso a la cultura, difícilmente son conservadores. Y esto no es por ideología sino por instinto. Yo soy un progresista y un librepensador.

Dime, ¿qué excesos sí te has permitido?No fumo, no bebo, no me drogo –nunca lo he hecho– y lo único de lo que he tomado el disfrute natural –dentro de lo comedido– es de mi soltería; de la libertad de conocer, compartir y explorar a las mujeres, compadre (ríe y, al hacerlo, habla como Cantinflas). De algo hay que morir, aunque estas cosas la vida te las condona (risas).

AUTOFICHA

- He sido un artista de circo: hacía magia, acrobacia; era presentador no solo cantaba. Ingresé a Derecho, en España, pero dejé la carrera para dedicarme al arte.

- Más que un imitador soy un showman. Los comediantes somos personajes más a mano, pues estamos más conectados con la vida, con la gente.

- Vengo al Perú desde la época del toque de queda. Hoy veo un Perú privilegiado, orgullo de Latinoamérica… hasta un Premio Nobel tienen. Uf, y no hablemos de su comida.