SILENCIO. Empleados no quisieron dar detalles sobre lo ocurrido. (David Vexelman)
SILENCIO. Empleados no quisieron dar detalles sobre lo ocurrido. (David Vexelman)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Cumplieron su promesa. Una banda de extorsionadores colocó una granada de guerra en el restaurante El Farolito de Surco. La razón: el dueño del local no había cumplido con pagar los 10 mil dólares que le exigían.

El artefacto fue encontrado por la Policía en uno de los baños del establecimiento, ubicado en el jirón Camino Real 315, en la Asociación de Vivienda San Agustín.

COMENSALES A SALVOSegún contaron los agentes de la comisaría de Surco, Pelayo Machuca recibió una llamada al teléfono fijo de su casa a las 10:30 de la noche del domingo.

Los hampones le dijeron que habían colocado el explosivo porque no les entregó el monto que le exigieron.

En ese instante llamó a su hermano Julián Machuca –dueño del local–, quien se comunicó con las autoridades. Paralelamente se procedió a evacuar a los comensales y a los trabajadores.

Al lugar llegó la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX), que halló la granada escondida en la parte posterior del inodoro del servicio higiénico de mujeres.

El objeto fue neutralizado y colocado en una caja de arena. Posteriormente fue detonado en una playa de la Costa Verde.

OTRA LLAMADAMientras los custodios llevaban a cabo su trabajo, Julián Machuca recibió otra llamada de los delincuentes.

En la comunicación, uno de los sujetos le indicó que pertenecía a la banda 'Los Pulpos del Norte' y le exigió que depositara 10 mil dólares para no hacer estallar el explosivo.

También lo amenazó de muerte y le dijo que si no cumplía con sus requerimientos, atentaría contra su vehículo.

Perú21 trató de comunicarse con el propietario de El Farolito para conocer su versión, pero este no quiso declarar por temor a represalias.

En tanto, no se descarta que esta organización criminal sea la misma que el pasado 4 de diciembre asaltó el restaurante El Charrúa, ubicado en el distrito de La Molina.

DATOS

- No hay cámaras de seguridad en la zona. Por eso no se ha podido registrar el ingreso de personas extrañas al establecimiento.

- La Policía viene investigando a personas del entorno del empresario. No se descarta que cite al personal y a algunos comensales.