Foto: Alberto Orbegoso
Foto: Alberto Orbegoso

Redacción PERÚ21

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Alicce Cabanillasacabanillas@peru21.com

"Mi sueño siempre fue tener mi propia marca", cuenta Lucía Cavero Belaunde. Había estudiado diseño de modas en el desaparecido Instituto Rose Bertín y luego en Chio Lecca, "pero nunca terminé la carrera", confiesa.

Hoy, junto a su esposo Farid Makhlouf, lideran el emporio textil que ingeniosamente bautizaron como Michèlle Belau y que ya cuenta con cinco tiendas en Lima, dos en provincias (Arequipa y Piura) y una en Chile. En ellas, dan empleo directo a un total de 225 personas e indirecto a más de 700, detalla Lucía.

La historia de esta marca de ropa consagrada a la mujer empezó hace 12 años. "La vida me había llevado a manejar el marketing de un grupo textil, pero tras el Fenómeno del Niño de 1998, mi esposo –que también laboraba en el negocio de la moda– y yo nos quedamos sin trabajo", recuerda.

El cambio de status –pasaron de asalariados a no tener nada– los hizo virar hacia la marca que Lucía había patentado en 1994 con la esperanza de algún día hacerla crecer: Michèlle Belau. "Comenzamos con un préstamo que me hizo mi mamá y 20 mechas de algodón. En esos días, nuestra oficina era el carro", evoca.

DE LA NADASu primer atelier lo abrió en una casa en Miraflores. "Era como un estudio, yo misma lo pinté y lo ambienté con un espejo y una mesa que compré en un mercado de pulgas", detalla. Ahí hizo sus primeros showrooms, a los que iban sus familiares y amigos. Y es que así empiezan las diseñadoras independientes.

Lucía recuerda esos días como aquellos "en los que no la veía", pues lo que ingresaba a la empresa era para reinvertir. No se animaba a recurrir a la banca, pues le tenía "terror" a los préstamos.

Nuevas tiendas por departamento llegaban al país y Lucía y Farid decidieron buscar un espacio en este canal de venta moderno. Durante un año y medio tocaron puertas con las muestras de sus prendas hasta que lograron un espacio en la desaparecida Casas y Cosas.

Un año después, ingresaron a Ripley en el Jockey Plaza. A partir de ahí se da el crecimiento explosivo de Michèlle Belau. Cuando le pregunto cuál es el secreto de su éxito, me responde: "Uno debe hallar para qué es bueno y dedicarse a ello". Su emprendimiento ha sido recientemente reconocido con el premio Promesa Latam que entrega la Red de Mujeres Empresarias de Chile.

DATOS

Michelle es el segundo nombre de Farid y Belau es la mitad del segundo apellido de Lucía.

En 2011, las ventas de la marca crecieron 22%.

En 2012, abrirán tres nuevas tiendas en Lima.

Planean llegar a Bolivia, Costa Rica y México.