COMAYAGUA (Agencias).– Los señalamientos de negligencia contra la Policía hondureña por el incendio que dejó 355 muertos en el penal-granja de Comayagua van en aumento, ya que los primeros indicios apuntan que las fuerzas del orden tardaron demasiado en permitir el ingreso de los bomberos y en abrir las celdas.
Ayer, las autoridades confirmaron que 355 internos perecieron en el siniestro, los cuales, en su mayoría, estaban sentenciados o acusados de homicidio, secuestro y narcotráfico. El 60 por ciento de los reclusos de la prisión todavía no recibe sentencia.
Las primeras investigaciones de la Policía trabajan sobre las tesis de un cortocircuito o de un acto provocado para permitir una fuga de reos.