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Redacción PERÚ21

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Mónica Delta,Opina21mdelta@peru21.com

Hace un año, entre la primera y la segunda vuelta, Beatriz Merino, entonces presidenta de las AFP, defendió con certeza el intento político de Gana Perú y una trasnochada propuesta de la Gran Transformación de meterse con los fondos de las administradoras de pensiones. La palabra de Merino, en su momento, obligó al entonces candidato a retroceder en el intento, pues ya le había costado 11 puntos en las encuestas. ¿Para qué ahorra un ciudadano cualquiera en una AFP? Para que al final de sus años de trabajo tenga una pensión decente y segura. De ninguna manera ahorra para 'timbear' con su dinero.

La propuesta de Schydlowsky abarca la reducción de comisiones hasta en 50%, la licitación de cuentas individuales para nuevos afiliados, el ingreso obligatorio de trabajadores independientes a este sistema, la revisión del régimen de inversiones priorizando el mercado peruano –desde el supuesto que es "menos riesgoso"–, el cobro de una comisión mixta en un plazo de 10 años, entre otras.

Empezando por lo último, la comisión mixta le quitará dinero a pesar de que no hay rentabilidad o es baja, con lo cual no se le beneficia, ya que no es una comisión por saldo pura, igual le sigue cobrando la AFP. Si se tiene en cuenta que el Perú es un país que cada cierto tiempo tiene inflación, la actual metodología parece favorable porque no hay preocupación de que varíe, ya que el servicio se paga por adelantado. Finalmente, controlar las inversiones nacionales es altamente riesgoso.

Para el afiliado podría haber dos efectos negativos. Se reduce la rentabilidad porque dejo de lado otras opciones en la región andina, o fuera de ella, y concentro mucho más dinero en el Perú. Y si la inversión solo es en el Perú, si es en soles, genero inflación, y si es en dólares, se reduce más el tipo de cambio. Entonces, 'mucho ojo' con lo que aprueban.