¡Cuidado!

Roberto Lerner,Espacio de crianzaCon el licor, la marihuana, los juegos violentos en los colegios, la matonería –perdón, el bullying– en las escuelas, los pedófilos en Internet, los violadores dentro y fuera de las familias, las bebidas energizantes, la comida chatarra, los padres castigadores, los padres consentidores, los problemas de aprendizaje, las dificultades de lectoescritura, los escollos de la psicomotricidad, la anorexia, la bulimia, la vigorexia, la cocaína, el éxtasis, la velocidad excesiva al conducir, la sexualidad precoz, el embarazo adolescente, la promiscuidad, las relaciones disfuncionales, la obesidad, el sobrepeso, el exceso de ejercicio, la falta de ejercicio, la TV, la pornografía, la violencia mediática, la adicción al sexo, las pandillas, las barras bravas, la ludopatía, la timidez, el divorcio, el fracaso, los marcas, los secuestros, los violadores que se conocen en Facebook, el chuponeo, el aborto, los preservantes, el asbesto, el envejecimiento, las arrugas, las intoxicaciones alimentarias antes de jugar fútbol, los ampays, la infelicidad, los parricidas y matricidas.

¡Cuidado con la vida, chicos, que es peligrosa, potencialmente mortal!Ser osados, emprendedores, arriesgados, asertivos, ganadores, conquistadores de mercados, vencedores de competencias, viene gratis, sin peligros. Y para los peligros están los que quieren regular todo, poner un toque de queda para cada actividad, un impuesto para cada placer, un psicólogo para cada escuela y, ¿por qué no?, cada hogar. Jóvenes, padres, maestros, ciudadanos: ¡son unos imbéciles si creen que se puede aprender autocontrol!

Con la mentira, la hipocresía, la deshonestidad, el doble discurso, la cobardía, no, con eso no tengan cuidado, no son peligrosos. Aunque ponerles un impuesto llenaría las arcas del Estado.