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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

En realidad, lo que ocurrió hace un mes ha sido la consecuencia de 15 años de displicencia por parte del Estado y de los institutos armados. Sin embargo, en esta ocasión la magnitud de la indignación de la población ante el evidente abandono del que fueron objeto los soldados debe de lograr que el VRAE no sea nuevamente encarpetado, como lo ha sido cada vez que ocurría una emboscada o un helicóptero era derribado.

Así que si de este fracaso sale una estrategia bien diseñada, al menos habrá servido para que el Gobierno se dé cuenta de que el VRAE no puede seguir siendo territorio liberado.

Por otro lado, la crisis política fue inflada innecesariamente por el oficialismo tratando de proteger a uno de los ministros involucrados. En cualquier parte del mundo cuando un sector o ministerio comete una equivocación es la cabeza o el titular el que tiene que asumir el costo político del error. Esa es la responsabilidad que viene con el fajín con el que han juramentado.

Por lo que si ambos hubieran puesto sus cargos a disposición temprano, cuando recién había estallado el escándalo de los efectivos abandonados, el tema no hubiera escalado. Pero al no hacerlo se treparon los que quieren regresar al poder y están dispuestos a generar una crisis para lograrlo. Mientras que los ciudadanos hemos presenciado –sorprendidos y avergonzados– muestras increíbles de deslealtad ministerial de quien estaba evidentemente más aferrado.

Al final, con las renuncias el asunto ha concluido y sería un suicidio gubernamental si no lo dan por terminado. El país no está para crisis innecesarias cada vez que a alguien le apetece un cargo.