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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Las escenas de ayer deben de haber sido un duchazo helado para los ingenuos que aún creían que Tierra y Libertad o Patria Roja eran partidos democráticos. Claramente, ante la desesperación de un paro que está fracasando, perdieron su elaborada inhibición, lo cual hizo que su verdadero extremismo haya aflorado.

Más aún, al haber mencionado, extasiado, golpes de Estado tanto contra presidentes ecuatorianos como bolivianos, todos los cuales fueron propiciados por desmanes generalizados, nos queda claro que está buscando crear destrucción y caos.

Por otro lado, si bien en los casos de Arana y de Saavedra estamos hablando de agitadores sin representación o cargo, por lo tanto, no hay duda de la forma como deben ser sancionados. Santos es más complicado. Para empezar, no vemos cómo puede mantenerse como presidente regional durante casi tres años alguien que está abiertamente llamando a un levantamiento armado.

¿Qué futuro le espera a Cajamarca y a sus ciudadanos, que van a estar todo ese tiempo en manos de un incendiario? Peor aún, si cuando se hacía pasar por moderado desvió fondos de programas sociales para financiar la agitación, ahora que se quitó la careta… ¿qué no hará con los recursos del canon? En realidad, no tenemos duda de que el fiscal de la Nación debería actuar en el acto.

Al final, uno se pregunta qué debe de estar sintiendo Humala, ya que todos los que estaban pidiendo su cabeza en la plaza fueron sus aliados. Ojalá haya aprendido la lección y no se meta nuevamente en la cama con quienes no creen en la democracia y solo buscan revancha.

Incluso, debería tratar de formar un gobierno de más ancha base para blindarse de los conflictos que, de seguro, van a tratar de generarle sus examigos radicales. Al menos, ya se va decantando con quienes nunca debió de haberse asociado.