VARSOVIA .– Sí, Cristiano. A esta altura, Messi lloraba su eliminación en la Copa América. Lo recordaste la semana pasada, cuando la barra rival coreaba el nombre de tu 'enemigo'. Y lo recordaste ayer metiendo a Portugal a las semifinales de la Eurocopa. Con una actuación sobresaliente, un frentazo brillante y la confirmación de tu estrella. Uno a cero ante República Checa, y que venga España o Francia.
Los checos arrancaron con una buena presión, con buen trabajo de sus extremos Jiracek y Pilar. Al equipo de Bento le costó carburar, pero a partir de los 15' tomó el mando del partido.
João Moutinho lo intentó de lejos (12' y 23') y Petr Cech empezó a preocuparse. El miedo invadió su cuerpo a los 32', cuando Cristiano casi marca de chalaca.
Para entonces, Moutinho ya repartía con inteligencia y Meireles se plantaba firme para quitar y tocar. Con Portugal bien armado, 'CR7' tuvo la tranquilidad para ofrecer lo mejor de su repertorio. Al borde del descanso, controló con clase, 'dibujó' a Michael Kadlec y sacó un derechazo que el poste devolvió. Lo mismo ocurrió a los 49', cuando su tiro libre venció a Cech, pero encontró el parante como último escollo.
La virtud de Portugal fue no desesperarse. Si Nani se la perdió a los 74', 'CR7' no perdonaría más. A los 79' picó en busca de un centro de Moutinho y clavó de palomita el primero, el del desahogo.
Suficiente para ganar, para ubicarse entre los goleadores del torneo con tres conquistas, para hacer más ruido que Messi. Por lo menos ayer.