Una copa vacía

CARLOS BERNUY FLOREScbernuy@peru21.com

Le doy la razón, amigo narrador. "Se formaron las parejas, y no para bailar". Porque ¿qué parejas, hinchas cremas, querrían bailar si el equipo empata? Habrá compañeros enamorados de vuelta a casa, con cena en mano y ganas de dormir. Con el recuerdo del 1-1 ante Cienciano y las ganas de discutir hasta con el viento.

Pero vamos a la razón de su molestia. Solano mandó su formación de siempre (4-2-3-1), pero con nuevos nombres. Como los de Miguel Torres, Álvaro Ampuero y Rainer Torres, que aparecieron en el Monumental. Enfrente Cienciano, con tres volantes de marca (Seminario, Cancar y Retamoso), un solo enganche, el excrema Cominges y ocho años a cuestas sin ganarles a los merengues en Lima.

Pero esta parecía ser la típica historia de sábado por la noche en Ate. Esa donde la 'U' siempre ríe al final, donde llega un gol tempranero, uno en el epílogo, un penal salvador o un error del rival. Más si, a los 9', Andy Polo ya asustaba con un centro-remate que fue despejado. A los 20', Calcaterra probó de lejos. Esas parejas ya palpitaban moverse en la pista y celebrar un triunfo.

Idea reafirmada con el golazo de Calcaterra a los 30'. El argentino se encontró la pelota cerca del área y metió un derechazo que pegó en el poste y se metió. El volante volvió a convertir tras marcarle al José Gálvez. Como para ir a bailar del gusto, ¿no? Ampuero casi hace el segundo de tiro libre (34') y el 'Papá' no concibió ideas en el primer tiempo.

ERRORES QUE MATANPara el complemento, la 'U' se disponía a hacer lo suyo: retener la pelota, abrir la cancha y contragolpear. Pero se encontró con un pequeño problema:el empate de la visita.

A los 52', la pelota más fácil para despejar terminó en un 'horror' de John Galliquio. 'Tyson' quiso pasársela a su portero, pero solo habilitó a Leonardo Rivero, quien definió de derecha ante el inútil cierre de Néstor Duarte.

Allí nació otro Cienciano. Por momentos se la creyó y fue a ganarlo. Juan Cominges tuvo una chance con un derechazo cruzado que, a los 63', se fue desviado.

En los últimos minutos siempre hubo una pierna cusqueña que despejó. Ximénez (81') y Gonzales (91') estuvieron cerca, pero no tanto. Las parejas se formaron, pero no para bailar. Quizás para ver algo de TV llegando a casa o discutir por cualquier cosa.