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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fritz Du Bois, La opinión del directorAdaptando a Rubén Blades al actual escenario, vemos que se presentan contradicciones a diario. Por ejemplo, ayer, la exministra de la Mujer logró que un juzgado aceptara su pedido de prescripción en un caso por supuesta corrupción en la que se le había involucrado junto con diversos otros exfuncionarios.

Bueno, ¿y qué hay de malo con eso?, se preguntarán. Nada, con la excepción de que el gobierno de la Sra. García Naranjo está proponiendo la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción cometidos por funcionarios, como era en su caso. A todas luces, una contradicción.

Incluso, los actuales funcionarios no se sentirán inhibidos por el temor de la imprescriptibilidad ya que, al igual que la beneficiaria de la sinrazón, también esperarán algún tipo de protección.

Luego está la incoherencia de que a todo ministro que no ha dado resultado le ofrecen una embajada a cambio de reemplazarlo. Esta paradójica compensación ante el fracaso en la gestión debe de tener extrañados a los responsables diplomáticos en los países en los cuales son designados.

Más aún, ellos se preguntarán: ¿Cómo puede asumir el canciller Roncagliolo que alguien como el exministro de Justicia –quien, pese a haber ejercido como abogado durante años, no pudo manejar el sector en el cual siempre ha trabajado– cumplirá una buena labor en un área en la cual nunca ha actuado?

La probable respuesta que ellos mismos se darán será que el eventual resultado de su paso como embajador le importa poco al Gobierno peruano, que está más interesado en deshacerse de incómodos aliados.

Por lo que el costo en la relación bilateral, incluyendo el flujo comercial y el de inversión, podría ser bien elevado, pero da la impresión de que al supuesto responsable del sector –el canciller– eso lo tiene sin cuidado. 'Contradicciones…(cada día)… (ave María)… (cuánto cuestan)… hagan sus apuestas… ciudadanía'.