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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Santiago Pedraglio, Opina.21"No podemos aceptar un régimen 'polpotiano' donde un gobierno regional equis pone restricciones a la libertad de trabajo, de tránsito", dijo hace poco el presidente Ollanta Humala a un periodista español, refiriéndose al Gobierno Regional de Cajamarca presidido por Gregorio Santos (El Comercio, 26-1-2012).

¿Por qué esta afirmación tan extrema? Es inverosímil que el presidente considere seriamente que Santos sea similar a Pol Pot, el dictador camboyano responsable de la muerte de cientos de miles de sus compatriotas (1975-1979). ¿Quizá el presidente está preparando el ambiente para intervenir el Gobierno Regional de Cajamarca si persiste la resistencia al proyecto Conga? Hace varias semanas, y tal vez como anuncio del camino que puede estar tentado de seguir el Gobierno, el MEF le bloqueó las cuentas y se declaró un controversial estado de emergencia.

Pero esto es cosa seria: una intervención del Gobierno Central sobre el Gobierno Regional de Cajamarca crearía una impredecible situación política nacional. No puede descartarse que una acción de este tipo "asuste" a algunos gobiernos regionales, pero es seguro que originará una ola de solidaridad de gran parte de sus similares, así como un mayor encrespamiento de la población cajamarquina.Tal parece que la expresión clave para el Gobierno en relación a Conga es '40 días'. Según el empoderado y cada vez más hablador premier Óscar Valdés, en ese lapso los cajamarquinos verán aclaradas sus dudas y entenderán "sí o sí" que la mejor opción es la minería.

Al Gobierno le han vendido una hipótesis equivocada y se la está comprando sin medir costos: si Conga no va, se detendrán todos los proyectos extractivos que están a la espera. Esto acarrea el peligro de que el autoritarismo gane terreno y se recentralice el poder, lo cual, en lugar de ayudar a superar el entrampamiento, lo terminará convirtiendo en insalvable, sobre todo si se acaba por imponer el proyecto a la fuerza.