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Redacción PERÚ21

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Carlos Basombrío,Opina.21cbasombrio@peru21.com

Más bien las recomendaciones van por el lado de que la nueva agua que provea sea incluso mayor y que los impactos ambientales sean minimizados aún más. No sé si Yanacocha podrá asumir las demandas adicionales que el gobierno le pide para ejecutar el proyecto, pero el argumento "agua" para oponerse ha quedado desvirtuado.

Ello no hace aún al proyecto viable. Quedan los temores de una población desconfiada de la palabra del Estado y recelosa de la minería. Así como un activismo político contra el proyecto, impermeable a cualquier argumento técnico.

Pero los opositores a Conga tienen racionalidades diferentes. Wilfredo Saavedra, del Frente de Defensa, es un anticapitalista radical y no acepta el desarrollo basado en la empresa privada. Tumbarse este y otros proyectos está en su ADN. Además, busca "acumular fuerzas" pensando en las elecciones regionales de 2014.

Marco Arana es un opositor frontal al "extractivismo", es decir a un modelo de desarrollo que tenga como motor gas, petróleo y minerales. No se trata de si alguno afecta o no el medio ambiente. Es el modelo el que está en cuestión y debe ser reemplazado. Ello, mezclado con sus ambiciones políticas, le impide cualquier cambio frente a Conga.

El que está más complicado es Gregorio Santos. Oscila entre el radicalismo ideológico y el pragmatismo. Sabe que la población le demanda resolver problemas y hacer obras. Necesita recursos y buena relación con el Ejecutivo para lograr éxitos en Cajamarca; pre requisito de cualquier aventura política nacional. A la vez teme ser visto como "vendido a las mineras", mote que le endilgaron Arana y Saavedra y que lo llevó a una posición confrontacional.

Conga es más posible en abril que en diciembre, pero la batalla política continúa.