La condena del Tribunal Supremo español a Baltasar Garzón ha dividido a España, donde se están produciendo críticas y serios cuestionamientos a su sistema de Justicia, después de que la corte pusiera punto final a los más de 30 años de carrera judicial del magistrado español más conocido y reconocido internacionalmente.
La figura de Garzón, juez atrevido que le gusta la notoriedad mediática, no ha dejado nunca indiferente a nadie: o genera odios o pasiones.
Y esa división entre los pro Garzón y los anti Garzón se ha profundizado a raíz de su inhabilitación por 11 años por la supuesta comisión de un delito de prevaricación.
El Gobierno español hizo ayer un llamamiento "a la reflexión y la responsabilidad", especialmente de la clase política, ante la virulencia de las críticas que está recibiendo el Tribunal Supremo por la sentencia que condenó al juez Baltasar Garzón y ha acabado con su carrera.