CHICLAYO.– En un país con niños sin alimento, Luis Guadalupe inmortalizó la frase "tengo hambre". El tema es que el defensor hizo del fútbol su vía para salir de la pobreza y se convirtió en símbolo de muchos pequeños que hoy trabajan como adultos por un pedazo de pan. El capitán del 'Ciclón' y sus compañeros querían hacerse grandes ayer en el Elías Aguirre, pero fueron niños ante el Santos y, prácticamente, se despidieron de la Copa Libertadores. Por eso seguirán con hambre.
Ayer, el pueblo de Chiclayo se hizo uno con las gradas del Elías Aguirre. Hubo cantos, trompetas y color rojo por doquier. Solo faltaba el aporte del 'Ciclón', que apeló a una volante con dos recuperadores (Rojas y Valencia) y dos 'aleros': Cueto a la izquierda y Kahn a la derecha. A los 14', Kahn se cambió de banda, superó al mundialista uruguayo Jorge Fucile y centró. Allí, en el área, Luis Tejada aguantó el 'camión' que le metió Durval y, de media vuelta, anotó.
En Santos, Neymar se estrellaba por momentos con la anticipación de 'Conan' Rojas, y Borges no desnivelaba ante Fleitas. Pero, entonces, los brasileños empezaron a despertar en silencio. Fucile trepaba por la derecha, Arouca se hizo dueño de la volante, y Ganso, de la pelota. Por eso llegó el empate cuando, en un tiro libre a los 35', Quina y Cueto durmieron el sueño de los justos y Fucile los anticipó para igualar ante Penny.
Allí nomás, cuatro minutos después, Ganso le traspasó su apelativo al golero Diego Penny, que se 'devoró' su tiro libre en el primer palo. ¿Y el hambre? Rondando, pero nunca desapareciendo.
'CUTO' ROJOLa solución en el segundo tiempo era apretar y no perder la calma. Pero Guadalupe pateó y se fue expulsado tras sendas amarillas por 'cariños' a Neymar (54') y a Arouca (57'). Con eso, el partido se sentenció. Aurich no volvió a tener una jugada clara, y el Santos empezó a jugar como el campeón que es. Neymar hizo 'bicicletas', y Ganso, pases casi mágicos, como el que le puso a Borges para el 3-1 a los 68'. Luego, Ibson (72'), Ganso (82') y Neymar (86') casi amplían.
Cero puntos en tres partidos. Hambre para Aurich. Hambre como la de los niños de la calle, los que trabajan como adultos y sueñan con ser futbolistas.