Foto: Rafael Cornejo
Foto: Rafael Cornejo

Redacción PERÚ21

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Richard Abecasis,Historias de éxitorabecasis@peru21.com

Rolando Ponce y su esposa, Cristina Martínez, dejaron hace un año y medio su natal Venezuela para "probar suerte" en el Perú. Hace ocho meses abrieron una tienda muy peculiar: Batibati, en pleno Miraflores.

En el local se ofrecen batidos (milshakes) a los que el cliente les puede agregar cualquier golosina nacional o extranjera. "Mucha gente se cuida con las dietas, pero también le gusta consentirse", dice Rolando.

El peruano está acostumbrado a comer bien. Por lo tanto, los negocios de comidas representan un nicho con un potencial muy alto.

Él y su esposa analizaron varios países y se decidieron por el Perú. "Llegamos, observamos cómo funcionaba todo y nos atrapó la comida. Vimos que había alta demanda por dulces. Por eso optamos por este negocio antes de poner uno de bicicletas ecológicas", sostiene.

"Juntamos nuestros ahorros, unos US$40 mil, y decidimos arriesgamos. En un excelente día vendemos hasta 90 batidos", indica el emprendedor.

Sus productos cuestan entre S/.8 y S/.12, y ofrecen más de 100 sabores. Por ahora, Batibati evalúa expandirse al Centro Empresarial de San Isidro con la ayuda de un socio estratégico.