Caso.éxito

¿Cómo se le ocurrió la idea?Yo era concertista de clarinete, pero sufrí una tendinitis aguda que me paralizó el brazo. Me deprimí mucho y me alejé del mundo de la música. Entonces, estudié marketing y ahí me pidieron armar un plan de negocio. Se me ocurrió la enseñanza de música a domicilio. A mi profesor le gustó y empecé sola enseñando a niños.

¿Cómo se diferencia de los tradicionales tutores?Utilizamos mucho lo lúdico. Hacemos que los alumnos canten, dibujen, pinten y reconozcan con el juego las notas musicales. Y es lo mismo para los mayores. Tenemos gerentes como alumnos. La idea es que no se aburran. Otra ventaja es que vamos al lugar que el cliente pide y hacemos una clase personalizada.

¿Cuáles son sus proyectos?Hoy la empresa tiene siete profesores y unos sesenta alumnos. Queremos duplicar el número de docentes porque la demanda es muy alta.