Casados y seductores

La sexualidad de los pueblos cambia con los años. Las costumbres de hace medio siglo no tienen que ser necesariamente las actuales. Muchas veces, esto crea incertidumbre y frustración en la pareja. En efecto, antes era mal visto que un hombre casado sedujera y enamorara abiertamente a sus compañeras de trabajo a espaldas de su esposa.
notitle

Fernando Maestre,Opina.21fmaestre@peru21.com

Esto solía ser hecho con respetuoso pudor y con cuidado de no ser visto. Han pasado décadas para que encontremos que seducir y enamorar a toda persona que lo mira a uno con simpatía sea una práctica común que trae problemas de celos y crisis de pareja. ¿Por qué se ha extendido esta de una manera un tanto descarada? Hay varias respuestas. Una es que muchos hombres inseguros –que tienen incluso problemas de sexualidad– usan ese método para levantar su amor propio, porque en el campo del coqueteo nadie es rechazado. Otra es que esta práctica tiene doble función: intentar algo y –a la vez– agredir, porque hay mujeres que se incomodan con este tipo de seducción. Más vale considerar estos juegos como una forma de infidelidad.

Tags Relacionados:

Más en Voces

Critican a Abugattás por nuevo tesorero

Sunedu denegó licencia a la Universidad Peruana de Integración Global

Susana Baca: "Falta el nexo entre la raíz peruana y el músico joven"

Ricardo Narváez Soto: "Yo me hubiera sacado el 70% del gabinete"

Mónica Delta: Un mundo para PPK…

Alfredo Ferrero: Régimen fronteras, más que un mall

Siguiente artículo