notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fernando Maestre,Opina.21fmaestre@peru21.com

Esto solía ser hecho con respetuoso pudor y con cuidado de no ser visto. Han pasado décadas para que encontremos que seducir y enamorar a toda persona que lo mira a uno con simpatía sea una práctica común que trae problemas de celos y crisis de pareja. ¿Por qué se ha extendido esta de una manera un tanto descarada? Hay varias respuestas. Una es que muchos hombres inseguros –que tienen incluso problemas de sexualidad– usan ese método para levantar su amor propio, porque en el campo del coqueteo nadie es rechazado. Otra es que esta práctica tiene doble función: intentar algo y –a la vez– agredir, porque hay mujeres que se incomodan con este tipo de seducción. Más vale considerar estos juegos como una forma de infidelidad.