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Redacción PERÚ21

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Guillermo Giacosa, Opina.21Según The New York Times, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, envió este mes una carta a los dirigentes iraníes. En ella, la Casa Blanca detallaba su posición y solicitaba comenzar negociaciones que pusieran fin a la hostilidad entre Washington y Teherán en un contexto que respetara los intereses mutuos.

La carta aseguraba a Teherán que EE.UU. no emprendería ninguna acción hostil contra Irán. De hecho, en ese periodo, el Pentágono canceló o retrasó maniobras conjuntas con Israel. A los iraníes les preocupa la repetida distancia que hay entre las palabras y las acciones de Obama. En ese campo, el presidente de EE.UU. no goza, en general, de buena reputación. Irán supone que EE.UU. no está en condiciones de atacarlos sin tener que pagar costos políticos y económicos desquiciadores en una época de crisis como la que atraviesa Occidente. De hecho, ya hay una guerra que se desarrolla en la prensa, en el campo digital y en terrenos ajenos como Afganistán y Siria. Dice un experto en el tema: "EE.UU. ha empezado una guerra secreta (…) se está combatiendo mediante inteligencia, ataques cibernéticos, virus informáticos, unidades militares clandestinas, espías, asesinos, agentes provocadores y saboteadores". El objetivo actual es desvincular a Irán de Siria. Tanto los saudíes (pro USA), como los rusos (pro Irán) coinciden en que Siria es la llave maestra a desmantelar para poder atacar a Irán. Ellos lo saben e intervendrán militarmente en caso de que Siria sea atacada. Washington no está preparado aún para una guerra convencional contra Irán y Siria y, potencialmente, ampliada a Rusia y China, aliados de Irán.