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Redacción PERÚ21

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Alonso Segura, Al.Mercadoasegura@peru21.com

Al momento de escribir esta columna, aún no se conocen todos los cambios en el Gabinete, pero declaraciones del nuevo primer ministro, Óscar Valdés, sugieren que tanto el ministro de Economía como la titular de Desarrollo e Inclusión Social, permanecerían. Esto sería un acierto, pues el primero es una garantía de credibilidad en la conducción de la política económica, mientras que la segunda es una técnica que recién está asumiendo la difícil tarea de acelerar la llamada inclusión social. Su permanencia sugeriría que los lineamientos de la Hoja de Ruta siguen en pie. Sobre el resto, habrá que esperar. La semana pasada nos preguntábamos si la gobernabilidad del país no estaría en riesgo. Este repentino cambio de Gabinete, el más corto del que tengamos memoria, sugiere que las mismas preguntas surgieron en el interior del Gobierno. Lo concreto es que es necesario un Gabinete más homogéneo en su visión e implementación de políticas. Lo segundo, uno que transmita una sensación de orden y autoridad. De continuar el caos reciente, la inversión privada y el crecimiento económico se verían fuerte y adversamente impactados.