notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fritz Du Bois,La opinión del directorEs usual que nos lamentemos de los miembros del Congreso de turno diciendo que el Parlamento nunca ha sido tan malo, para luego encontrarnos repitiendo exactamente lo mismo cada cinco años. Sin embargo, en esta ocasión, no hay duda de que hemos tocado fondo. Nunca hemos estado tan mal representados.

Así, tenemos que, luego de un año, la mayor parte de las leyes que se han aprobado han sido propuestas del Ejecutivo ya que, en el Parlamento, ni el oficialismo ni la oposición parecen manejar agendas legislativas que tengan un objetivo claro.

Más aún, es un Legislativo obsesionado por la noticia del día y que se ha olvidado por completo del mediano plazo. Incluso, los congresistas hacen cola en el Hall de los Pasos Perdidos para ser entrevistados y opinar de todo, desde fútbol hasta la desaparición de Ciro. Pero no podemos recordar ni un solo debate parlamentario sobre cuestiones trascendentales en el cual ideas o posiciones se haya profundizado. El Congreso parece un desierto intelectual únicamente enfrascado en el tema diario.

Por otro lado, el trabajo parlamentario está guiado por la confrontación, aun en asuntos que uno hubiera esperado que fueran manejados con mucho cuidado. Ahora resulta que lo más importante en la reforma del sistema privado de pensiones –que será determinante para que millones de trabajadores puedan o no disfrutar de una jubilación adecuada– es cuál comisión presentará el dictamen que será aprobado. No hay intención alguna de reflexionar sobre cuál debería ser el camino adecuado en un tema tan importante para los ciudadanos, con lo cual se va a imponer una reforma tan fundamental simplemente al carpetazo.

Mientras que la fiscalización parece servir exclusivamente a fines partidarios. Por ello la 'megacomisión' está tropezando a diario. Lo que debió ser una labor de metódica investigación, que determinaría si en el régimevn anterior hubo o no corrupción, ha terminado con sus miembros atropellándose para tratar de demostrar que sí pueden lograr resultados. Para lo cual están acusando, apresurados, cuando ni siquiera han concluido el trabajo.

Peor aún, tienen sus prioridades al revés ya que han despilfarrado un millón de soles en salarios de asesores, incluyendo uno para redactar acusaciones, pero ya no les quedan fondos para realizar peritajes técnicos a los colegios investigados. Peritajes que son vitales y, con los cuales, la comisión debió, en realidad, de haber empezado. Al final, la 'megacomisión' parece que va camino a replicar la producción del Congreso en general durante el último año: un enorme gasto para todos los peruanos sin mayor resultado.