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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Enrique Castillo,Opina.21ecastillo@peru21.com

¿Con qué autoridad moral el actual ministro de Trabajo podrá exigirle –o si quiera pedirle– a cualquier huelguista que no recurra a la violencia, si él mismo agredió verbal y físicamente a una dama que cumplía con su trabajo, amenazó a trabajadores y trató de violentar los accesos en un aeropuerto?

¿Con qué autoridad moral podrá exigir a los empleadores que respeten la dignidad y los derechos de los trabajadores, si él mismo tomó fotos, gritó y amenazó con el despido a trabajadores que solo cumplían con su trabajo, y todo porque no se rindieron ante su prepotencia?; ¿con qué autoridad moral podrá exigir a las empresas que cumplan con los reglamentos de seguridad, si él mismo exigió a gritos y empujones que se violara toda norma para ver satisfecho su capricho?

¿Con qué autoridad moral podrá pedir un diálogo franco y transparente, si él mismo mintió, tomó el nombre del presidente para exigir una arbitrariedad, agredió verbalmente, amenazó públicamente a un grupo de trabajadores y, después, trató de negarlo todo?

¿Con qué autoridad moral el Gobierno podrá exigir que cese la violencia contra la mujer si, a pesar de conocer los hechos, mantiene en su gabinete a un ministro que con toda prepotencia, y en un lugar público, agrede verbal y físicamente a una mujer, y ataca y amenaza a otros trabajadores?

¿Con qué autoridad moral el Gobierno podrá hablar de respeto a la clase trabajadora si, a pesar de todo mantiene, nada menos que como ministro de Trabajo y Seguridad Social, a una persona que, sin importarle nada, amenaza a un grupo de trabajadores con hacerlos despedir solo por no hacer lo que a él le daba la gana?¿Con qué autoridad moral la ministra de la Mujer podrá condenar públicamente otros casos de violencia contra la mujer, si se sienta al lado de un ministro de Trabajo que atacó verbal y físicamente a una mujer en un lugar público?