Foto: César Fajardo.
Foto: César Fajardo.

Redacción PERÚ21

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Natalia Majluf,Directora del MALIAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com

Apoyado por la Municipalidad de Lima, la Fundación Telefónica y ATA, el Museo de Arte de Lima (MALI) acerca el arte a la gente. Natalia Majluf, directora del MALI, nos lo explica: "Centro Abierto es una iniciativa que saca el arte a las calles. Así, les da a los artistas la posibilidad de trabajar en espacios públicos y, al público, la oportunidad de encontrarse de una manera distinta con la cultura". La convocatoria está abierta. Informes: www.centroabierto.org.

¿Por qué te interesó el arte?Nunca me dio por las matemáticas. Siempre me interesaron las Humanidades y, dentro de ellas, la Historia del Arte me parecía un reto intelectual muy bonito pues hay una complejidad en abordar obras y materiales no textuales. Siempre me fascinó entender a los objetos.

¿Cómo has manejado el tema de la sensibilidad y de la racionalidad?No creo que ambas se opongan. Mi punto de partida es mi interés por conocer, por aprender, por entender. Las cosas que me motivan son las que me tocan.

Diriges el MALI desde el 2002. ¿Qué representa el museo en tu vida?Es un gran reto. Con la reapertura de la Sala Permanente del MALI –que está programada para la primera mitad de 2013– se cierra un ciclo, pues completaremos el esfuerzo de consolidar un museo con una estructura sólida, un espacio profesional con el que todos los peruanos nos podamos identificar. Buscamos una institución que se integre a la sociedad.

Yo creo que el MALI tiene un rostro amable…Trabajamos mucho para que así sea. Hace algunos años, Rolando Arellano nos hizo un estudio donde señalaba que la palabra museo estaba asociada a un mausoleo, a lo muerto, a lo cerrado, a lo poco amable. Por eso, a costa de muchísimo esfuerzo, hemos buscado relacionarnos con la gente. Además, el MALI es una muestra de que los peruanos sí podemos construir instituciones de interés y de carácter público desde la sociedad civil. El MALI es más público que muchos museos estatales.

Hablemos de la colección del MALI. Al visitarla, uno siente que, en verdad, recorre la historia del Perú…El MALI tiene una visión panorámica del arte peruano. Se inició con la donación de la Memoria Prado, que empezaba con lo precolombino y que terminaba con lo que, por entonces, era arte contemporáneo. Esta visión se ha mantenido pues queremos representar la historia del arte en el Perú desde sus inicios hasta el presente. Esto implica tener una colección que siempre esté al día. Puedo decir que nuestra colección contemporánea es la más representativa del arte en el Perú. Y cuando abramos la sala permanente podremos conocer muchas obras nuevas del MALI.

¿Es verdad que el gran arte peruano es el arte popular?Yo quisiera saber qué es arte popular. Mucho de lo que pasa como 'arte popular' es otra cosa. Por ejemplo, la tradición del mate burilado de mitad del siglo XIX e inicios del siglo XX que se hacía en la sierra central es un arte serrano y señorial. Siempre se ha dicho que el MALI excluye el arte popular, pero no es así, pues si recorremos nuestra colección reconoceremos piezas valiosas en platería, tapices, etcétera. Eso sí, nosotros no somos un museo de artesanía, pero sí somos un museo que quiere incorporar las tradiciones regionales y rurales del Perú.

¿Sienten que el MALI establece el canon del arte en el Perú?Durante mucho tiempo, lo que hacíamos en el MALI no tenía efecto en la sociedad. Hoy, lo que hacemos impacta. Y, en efecto, lo que nuestros profesionales escogen o deciden sí afecta la sociedad y el mercado. Es una señal de madurez institucional. Dicho esto, creo que establecemos algunas líneas del canon, pero debemos tener en cuenta que la historia del arte peruano está en un momento incipiente, que sigue escribiéndose.

El año pasado, por la retrospectiva que le organizaron, se amistaron con Szyszlo…Nunca estuvimos peleados con él. Sí hubo una visión distinta en torno a lo contemporáneo. Ambas posiciones son respetables. De Szyszlo tiene derecho a opinar sobre lo que hacemos como lo tienen todos los ciudadanos del Perú. Nosotros defenderemos nuestra posición, y esta será sostenible en la medida en que sea coherente.

¿Son buenos momentos para el arte peruano actual?Son extraordinarios. Sin embargo, nos falta mucho: la institucionalidad y la formación artística son débiles. Las galerías sí se han ido profesionalizando, el mercado se está moviendo y hay un público cada vez más amplio. Internacionalmente, generamos muchísimo interés y, por eso, valoro el actual trabajo de Promperú, que estos días apoya la muestra de Fernando Bryce en México y la de Milagros de la Torre en Nueva York. Este es un caso especial pues el Estado no apoya ese tipo de iniciativas.

AUTOFICHA

- Mi maestría la hice en el Institute of Fine Arts de New York University; mi doctorado, en la Universidad de Texas, en Austin. Enseño en la Universidad Católica (PUCP).

- En el Perú hay un gran déficit para estudios técnicos relacionados con la cultura. Nos faltan técnicos en Conservación, en Historia del Arte.

- Durante mucho tiempo, lo que hacíamos en el MALI no tenía efecto en la sociedad. Hoy, lo que nuestros profesionales escogen o deciden sí afecta al mercado.