Luego de concluida la misión número 17 del programa espacial Apolo –que llegó a aterrizar en la Luna–, se dice que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos realizó un viaje más al satélite natural de la Tierra bajo la misión Apolo 18. Sin embargo, esta nueva travesía lunar no fue mostrada al mundo debido a una información secreta que solo manejaba la NASA y que explicaba los hechos por los cuales nunca más se volvió a pisar este lugar, entre otras cosas, por un supuesto encuentro alienígena en la superficie del cuerpo celeste.
La película, del director español Gonzalo López-Gallego, utiliza el recurso de la cámara en mano (como El proyecto de la bruja de Blair o Actividad paranormal) para causar mayor realismo entre los espectadores.