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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Por tanto, podría aprovechar Humala la tranquilidad de sentirse nuevamente aprobado para reflexionar sobre la manera de protegerse de grupos que le causan escándalos innecesarios.

En primer lugar están sus familiares. En este caso, estamos seguros de que el presidente ya debe de tener muy claro el alto riesgo que este núcleo le está representando. Por ello, los debería mantener desterrados, incluyendo a Alexis, que está muy callado, pero que compite con Antauro en el potencial de poder crear un costoso escándalo de la nada.

Luego están los francotiradores de su propia bancada, quienes tienen una enorme capacidad para generar ruido, cuando el silencio debería ser lo que mande. Así tenemos que el mismo día que Sendero secuestra a trabajadores de Camisea, lanzando una señal de alerta al empresariado, un nacionalista dirige una sesión para tratar de cancelar el principal proyecto de inversión portuario. Lo peor es que lo hace para retornar al desastre de Enapu. Más aún, si tiene éxito, la credibilidad del Gobierno con el sector privado caería más bajo que el fondo del socavón de los mineros que han rescatado.

Finalmente están sus compañeros de armas, a quienes les tiene gran estima y confianza, pero que, como institución, no le está dando resultados. Por un lado, la labor de Inteligencia de la Policía en el Huallaga permitió la captura de Artemio, mientras que la creciente fortaleza de Sendero en el VRAE no es más que un reflejo de lo mal que el Ejército está manejando esa zona. Capaz ya es tiempo de hacer un cambio.