Lo que vemos en esta encuesta, en primer lugar, es que la inseguridad ciudadana y la corrupción están muy cerca (como los principales problemas del país). En la población ha aumentado la percepción de inseguridad casi al punto de lo que era la corrupción.
Pero también hemos encontrado una fuerte asociación entre inseguridad, delincuencia y corrupción, tanto en el caso de la pequeña corrupción, como aquella que se presenta al momento de entregar coimas al policía y al juez; como a nivel de la gran corrupción, como el narcotráfico y todos los tráficos que se presentan en el país. Estos males han desplazado a la pobreza y al desempleo. El Perú afronta ahora los obstáculos que aquejan a los países desarrollados.
Hasta hace dos años los peruanos veían a la corrupción como una de las preocupaciones más importantes, pero hoy han subido los índices de inseguridad. La victimización de la población es muy alta y eso ha hecho que suba a primera línea el tema de la delincuencia.
En el caso de los programas sociales, la cuestión del Vaso de Leche y del Pronaa se ha reflejado en encuestas pasadas y sobre Pensión 65 (creado por Ollanta Humala), arrastra el descrédito del programa Gratitud, creado por el gobierno de Alan García.