Sin el impacto ni el respaldo que esperaban sus organizadores, la denominada Marcha del Agua organizada por sectores radicales que se oponen al proyecto minero Conga, en Cajamarca, llegó a su fin.
Ayer no fueron recibidos por el presidente del Congreso, Daniel Abugattás. Las extremas medidas de seguridad en el Centro Histórico de Lima se lo impidieron. Solo hicieron la entrega simbólica de un memorial a una delegación de congresistas que llegó a la Plaza San Martín donde realizaron un mitin.
La marcha ocasionó gran congestión vehicular en diversas calles y avenidas de la capital. Solo en la Vía Expresa centenas de unidades tuvieron que esperar 50 minutos para reanudar su marcha.
El sacerdote Marco Arana, uno de los líderes de la marcha anunció que tras esta actividad se viene un paro nacional en el que pedirán la revisión de las concesiones y la prohibición de la minería en las cabeceras de cuenca.