No existe una respuesta universal para este problema. (USI)
No existe una respuesta universal para este problema. (USI)

Redacción PERÚ21

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Muchas parejas deben enfrentarse a un reto de gran magnitud: separarse. Ya sea por trabajo, estudios y otros motivos, seres que se aman tienen que distanciarse físicamente, lo cual obliga a replantear el destino de la relación.

"La empresa en la que trabajo me ha ofrecido un puesto en ", cuenta Sofía (29). "Mi problema es el siguiente: tengo enamorado. El proyecto durará dos años, como mínimo, así que no sé qué pasará con nuestra relación. Siento que lo mejor es que nos separemos", agrega.

"Hace un año, conocí a una chica canadiense que vino de paseo al Perú", dice Ramón (32). "Nos enamoramos y ella decidió quedarse y vivir conmigo unos meses. La verdad es que extrañaba mucho su país. Para colmo, le han ofrecido un trabajo en y planea volver a fin de mes. Me pide que vaya también. Yo la amo, pero la idea de dejar mi país me llena de ansiedad. No creo que podamos continuar nuestra relación".

"No pienso tener una relación a distancia", afirma Alejandro (28). "Hace tres semanas terminé con mi enamorada porque ella se va a estudiar a . Mira, mi papá pasó gran parte de su vida trabajando fuera del Perú. Siempre me pregunté cómo hacía para resistir tanto tiempo sin mi mamá. Apenas se veían dos o tres semanas al año. Al final descubrimos que ambos se sacaban la vuelta. No quiero vivir algo así", agrega.

"La idea de estar con alguien es, precisamente, estar con alguien. ¿Cuál es la gracia de tener pareja y solo verse una vez al mes?", señala Marcela (30). "Eso me pregunté hace cinco años. En esa época estaba con un chico tan lindo como trabajador. Una minera lo contrató y me dijo que el régimen laboral que le habían ofrecido era así: 20 días en la mina, diez días de descanso. De esos diez días, solo podíamos vernos uno o dos. No acepté seguir con él".

Tomar la decisiónEn una charla de TED, la filósofa estadounidense Ruth Chang explica que tomar decisiones difíciles cuesta tanto porque las opciones que uno maneja, en situaciones así, son de similar valor. Pero postula algo más. "Lejos de ser fuente de agonía y terror, las elecciones difíciles son oportunidades preciosas para celebrar lo especial de la condición humana, que las razones que rigen nuestras elecciones sean correctas o incorrectas a veces se agotan, y es aquí, en el espacio de las elecciones difíciles, que tenemos el poder de crear las propias razones para volvernos las personas únicas que somos", dice.

¿Terminar o seguir adelante? No existe una respuesta universal. Lo que hay son preguntas para evaluar la situación. ¿Podremos aguantar tanto tiempo separados? ¿Nos vamos a sentir cómodos? ¿Vale la pena esperar? A partir de estas y otras interrogantes, hay que respirar hondo y decidir. Además, si nos basamos en lo que propone Chang, la decisión, sea cual sea, siempre será una oportunidad para crecer.