¿Te ha sucedido, alguna vez, que ante alguna situación incómoda o difícil de manejar, has optado por guardar silencio? (gettyimages)
¿Te ha sucedido, alguna vez, que ante alguna situación incómoda o difícil de manejar, has optado por guardar silencio? (gettyimages)

¿Te ha sucedido, alguna vez, que ante alguna situación incómoda o difícil de manejar, has optado por guardar silencio, retirarte de la misma habitación, no responder un correo, no atender una llamada, no brindar tu opinión, etc?

Si la respuesta es “sí”, muy probablemente has tenido razones comprensibles por las cuales decidiste omitir la comunicación. Esto puede ser muy útil y saludable cuando:

  • · Temes que tu estado emocional (por ejemplo, cólera, vergüenza o tristeza) podrían expresarse de manera muy directa, y, por ende, prefieres calmarte para poder brindar una opinión un poco más clara,
  • · No sabes realmente qué decir o contestar pues no conoces el tema o crees que es algo que no te corresponde pues no pertenece a tu día a día.
  • · No tienes interés en mantener una comunicación fluida con alguien con quien has tenido una dificultad, te ha dañado, o simplemente deseas que ya no sea parte de tu vida.

Las tres razones expuestas (de muchas otras que podrían darse también) son absolutamente válidas, y, en general, pueden ser conductas muy apropiadas para evitar futuros conflictos o, al menos, hacer que estos no sean tan graves. Sin embargo, me gustaría que respondas a la siguiente pregunta:

¿Consideras que tu silencio no está comunicando nada?

Si la respuesta ha sido “sí”, te invitaría a pensarlo una vez más.

A diferencia de lo que comúnmente pensamos, todas nuestras conductas comunican algo; para algunos psicólogos, conducta es sinónimo de comunicación, y, aquí, se incluye, definitivamente, la conducta silenciosa. En otras palabras, tu silencio, o falta de respuesta (en cualquiera de sus expresiones), está comunicándole al/la receptor/a muchas cosas (que quizá esté interpretando y se equivoque, o quizá no).

Esto es importante, por 2 razones que te sugeriría considerar al momento de optar por el silencio (que está comunicando mucho más de lo que te imaginas):

  • 1. Muy probablemente, no estás resolviendo un conflicto, puede ser, incluso, que se vuelva más complejo.
  • 2. Estás dando un mensaje que, si no es clarificado, puede generar mucha confusión y mayores conflictos que podrían ser potencialmente prevenidos.

Piénsalo y trata de evaluar estas situaciones en pro de tu propia salud mental.

Si necesitas ayuda, ingresa:

ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR:

Salud emocional: ¿Cómo poner límites en el uso de videojuegos?

Salud emocional: ¿Cómo poner límites en el uso de videojuegos?
Salud emocional: ¿Cómo poner límites en el uso de videojuegos?