Norma Martínez presenta obra 'Solo cosas geniales' hasta diciembre en el teatro Ricardo Blume. (Foto: Fernando Sangama / GEC)
Norma Martínez presenta obra 'Solo cosas geniales' hasta diciembre en el teatro Ricardo Blume. (Foto: Fernando Sangama / GEC)

(Lo primero: cerrar los ojos y recordar las cosas geniales que tengo en la vida. Lo segundo: pedirle a la persona que más me importa que haga su lista, que sonría, que caminemos juntas, que se puede contra el monstruo. A ti, princesa)

La vida es este momento que tienes ahora. Lo dice , mientras toma una Coca Cola helada y yo un café. Hace solo unos días la vi en ‘Solo Cosas Geniales’, y me animé a hacer una lista de cosas geniales. Su trabajo me conmovió, me impactó. Justo ese día, como hoy, la tristeza me abrazaba. Pero la obra me levantó, como hoy me levanta terminar de escribir esta entrevista. Norma Martínez me escucha, creo que identifica mi pena crónica, y me da un fuerte abrazo de despedida. Por la noche volvería a verla en el teatro Ricardo Blume. Me acompañó una persona especial, a quien Norma se le acercó tal como le pedí. Quizás no logré cambiar el día de esa persona, pero el gesto de la actriz sigue en mi mente. Revela su compromiso y su entrega. Confirma que pone el corazón.

En el Perú hay un millón 700 mil personas con depresión, yo imagino que la cifra debe ser mucho mayor porque hay gente que ni sabe que tiene depresión y normaliza la tristeza ¿Cómo manejas tú esta obra donde frontalmente hablas de la depresión?

-Desde el primer momento que formé Animalien con Fiorella Pennano, que es mi socia, tuvimos el objetivo de abordar temas que nos parecieran interesantes para el mundo contemporáneo, igual podríamos abordar un clásico para hablar de temas contemporáneos. Pero nuestro primer montaje fue con una pareja que se plantea la posibilidad de tener un hijo, hablando del cambio climático, etc. Al final el personaje sufre una pérdida, era una historia contemporánea. Al hilo de estar montando esa obra, yo encontré este texto, terminé de leerlo y dije: esto yo lo tengo que montar, porque yo percibo también que la depresión es un problema de salud que se ha acrecentado en este siglo. Fue por eso mi interés en hablar del tema y sobretodo en hablar del tema como habla la obra, que es desde un lugar profundo sin ser denso. O sea hablamos frontalmente, cara a cara de la depresión y de sus peores consecuencias, como el suicidio. Pero creo que hay una calidez en el trato que permite que el público se relaje para poder recibir lo que quiero compartir con ellos, o lo que todos compartimos en ese espacio donde ocurre algo que no ocurre en ningún otro sitio que es poder estar juntos haciendo algo.

Vi gente que estaba con los ojos brillosos, vi una chica llorando y yo sentí también algo muy fuerte. ¿Tú sientes que la gente alrededor de la obra está viviendo esto?

-Totalmente, siento que hay gente que está viviéndolo o gente que tiene a gente muy cerca que lo está viviendo, gente que lo ha vivido. De hecho, por ejemplo, hemos estrenado el jueves (24 de octubre) y hemos tenido cuatro funciones, ya dos personas se han acercado a mí después de la función diciéndome que la vieron hace un año y que estaban de nuevo ahí y me decían que estaban mejor. Hay algo que ocurre en la obra y que es mágico para mí, hay gente que me espera afuera y me cuenta cosas, entonces también por eso nosotros tenemos un énfasis bien grande en donde se puede buscar ayuda, eso es parte del programa de la obra, porque consideramos que el impacto de la obra es muy poderoso también.

Y también abordas el tema desde la infancia. En la mayoría de casos, el problema empieza ahí. Creo que una infancia con problemas genera una juventud con problemas, una adultez con problemas, muchas de las personas que yo conozco tienen algo de la infancia que les arruinó la vida ¿Qué se hace?

-Es una pregunta difícil. ¿Qué se hace? ¿Qué podemos hacer?

Norma Martínez en 'Solo cosas geniales'. (Esther Vargas)
Norma Martínez en 'Solo cosas geniales'. (Esther Vargas)

PONER LA ATENCIÓN FUERA DE MÍ

Yo después de ver tu obra, llamé a mi hermano que tiene una hija pequeña y le dije: trata que sea feliz. Quería transmitir eso pero a veces nosotros cuando estamos grandes no pensamos en eso y vivimos en un mundo complicado, no nos hacemos fácil el día a día.

-De hecho todo parte de un abandono, creo que eso nos toca a todos independientemente del tipo de infancia que hayamos tenido, hay siempre una herida de abandono que uno tiene que cuidar. No soy nadie para decir lo que uno puede o tiene que hacer, pero lo que me ha servido a mí ha sido tratar de poner la atención fuera de mí, en lo que está afuera. La depresión te ensimisma mucho, estás todo el día como ‘yo’ y ‘yo’, y eso te entrampa hacia dentro. Si uno empieza a poner atención afuera y a valorar lo pequeño, eso puede modificarse, a mí me ayudó mucho la meditación.

¿Tú has sufrido depresión?

-Sí, he tenido un periodo ¿quién no? Yo pienso que quien no ha tenido un periodo de depresión en su vida miente.

O quizás no lo sabe…

-O quizás no lo sabe, como digo yo en la obra, si has vivido una vida larga y no has sentido al menos una vez depresión, es porque quizás no andas muy pendiente de lo que sientes. De hecho si tú le preguntas a alguien ¿cómo te sientes? automáticamente uno va a decir, bien, mal o hay como un montón de matices.

Y no solamente en la vida, si no en el día…

-Exactamente, en 10 minutos pasas de una cosa a otra. No somos muy conscientes y creo que no queremos ver mucho eso, pero el primer paso para estar bien es ser consciente de cómo estás y no asumir, como tú lo has dicho al iniciar la entrevista, que la tristeza es el estado normal, el estado natural, porque no lo es y creo que eso se puede modificar trabajando en uno mismo y sobre todo trabajando en el momento presente porque creo que uno va cargando mucha mochila y mucha expectativa por lo que viene, y eso nos impide estar, y creo que el estar te acerca a la vida, porque eso es la vida, la vida es este momento que tenemos ahora, y no sabemos qué va a pasar luego y da igual lo que pasó antes.

¿Te has dado cuenta de la relevancia de la obra a raíz de las personas que son tocadas?

-Sí, para mí es una responsabilidad. Es un regalo ser el vehículo, ser la herramienta para que eso ocurra. Yo creo que siempre los autores y los actores no somos más que herramientas al servicio de las historias, al servicio del público. Yo no soy lo importante, yo soy importante en la medida que soy la herramienta que probablemente mucha gente necesita para entrar en contacto con eso y bueno es un texto escrito con una delicadeza y un amor por la humanidad que en el montaje hemos tratado de potenciar también con esa sencillez y esa naturalidad con la que vamos tomando el tema. De hecho mucha gente piensa que es mi historia y no lo es, es un dramaturgo inglés (Duncan Macmillan) el que escribió esa historia.

Y las cosas geniales se te ocurrieron a ti…

-Varias de ellas sí, sobretodo porque el dramaturgo pide localizar mucho la obra, ponerla en contexto, entonces por eso ‘wantán frito con salsa de tamarindo’ o ‘una chela heladita’... hay varias cosas que son nuestras pero hay otras que son insuperables, que ya estaban en la lista, como quedarte dormida apenas subes a un avión y despertarte cuando aterriza y sentirte una viajera en el tiempo, regalos que siempre has querido pero nunca te atreviste a pedir y luego hay muchas más que la gente va dejando a la salida del teatro. Mucha gente me ha escrito: ‘estoy empezando mi lista’, yo creo que produce químicamente un bienestar, y concentrarse en algo genial puede ser un motivo para seguir vivo. Porque motivos para quejarnos y pasarla mal, hay millones; pero es cuestión de ver dónde te colocas para mirar.

¿Y tú has aprendido a mirar esas cosas geniales en tu vida cotidiana?

-Sí, creo que mucho se lo debo a la meditación, y también evidentemente pierdo la conexión con el universo, días en los que me siento miserable, pero detecto... He aprendido ya con el tiempo, bueno he cumplido ya 50. He aprendido a detectar esa sensación y a no darle lugar, y a tratar de conservarla donde tiene que estar.

Siempre estamos rodeados de cosas geniales y están escritas en este mural gracias Norma Martínez. (Perú21)
Siempre estamos rodeados de cosas geniales y están escritas en este mural gracias Norma Martínez. (Perú21)

NO PUEDES SENTIR FELICIDAD SI NO SIENTES TRISTEZA

¿Se puede prevenir la tristeza?

-Yo creo que la tristeza es inherente al ser humano. No puedes sentir felicidad si no sientes tristeza. No hay que catalogarla como una cosa mala, hay que aprender que eso también pasa, porque lo único que permanece es el cambio. Ahorita podemos estar, recibimos una mala noticia, nos ponemos tristes y dentro de tres horas eso es peor o quizás mejor. Hay un libro fantástico que leí hace poco que se llama de Víktor Frankl que era un psicoanalista austriaco que estuvo en un campo de concentración y que inventó una cosa que se llama la logoterapia y la logoterapia tiene que ver con encontrarle un sentido, a lo que hagas, a tu trabajo por ejemplo, que es increíble. Dentro del campo de concentración descubrió que la única libertad que no te pueden quitar es la de decidir cómo miras, te pueden quitar todo, pero la actitud que tú tomas frente a algo es algo que no te pueden quitar y esa es tu verdadera libertad. Entonces sí, hay muchos motivos y muchas razones para estar mal, pero también hay muchas otras para estar bien. Vivimos en un tiempo en el que estamos comparando todo el rato, las redes sociales contribuyen mucho a eso también. Comparar, siempre te va a hacer sentir mal, porque hay mucha gente que tiene más y uno no piensa en todos los que tienen menos y dónde esta uno mejor, además todo eso es una ilusión. En la realidad creo que es difícil lidiar en estos tiempos con nuestra identidad, con quiénes somos, con la construcción de nuestra propia felicidad y nuestro propio bienestar. ¿Si no estás deprimido, estás feliz todo el rato? No, la vida se compone de un montón de cosas, por suerte.

Ahora, la depresión causa un 80% de suicidios y no es atendida en el Perú, según algunas cifras del Ministerio de Salud. ¿Por qué la gente tarda tanto o no busca ayuda?

-Yo creo que uno no busca ayuda porque le da vergüenza ¿no?

Porque hay mucho estigma. Si tú dices que estás deprimido, te marcan.

-Sí, hay vergüenza, hay ignorancia, porque si estás deprimida te dicen ‘ponte las pilas’ o ‘muévete’ y no es tan fácil. Es una enfermedad de hecho que no todo el mundo sabe que es una enfermedad que puede tener un tratamiento y una cura, aunque ese tratamiento te acompañe siempre, porque puede tener, tiene de hecho un tratamiento.

El hecho que los jóvenes digan ' tengo depre’ ante cualquier bajón acostumbra a que la gente (alguna) piense que es algo pasajero, y una cosa es estar triste y otra es estar deprimido.

-Claro, una cosa es estar con el ánimo bajo, y otra cosa muy diferente es tener depresión clínica, pero da vergüenza compartirlo porque cuando uno además está deprimido, se aísla y piensa que todo el mundo la está pasando genial en la calle, todos, menos uno. Creo que es responsabilidad de todos informar, sobre todo para la gente más joven que no encuentra una salida y termina tomando una decisión fatal. Eso me parte el alma, porque todos somos valiosos, no hay nadie que no valga.

Cómo te impactan los suicidios. ¿Has tenido una experiencia cercana?

-No, gracias a Dios no. Aunque he tenido experiencias cercanas de personas que han ideado eso, han fantaseado con esa posibilidad, por suerte están bajo control, yo creo que una muerte por suicidio es una muerte demasiado triste.

Es romper a la familia. No es solo la muerte de uno.

-Totalmente, es una herida que le haces a tu familia que es imposible de curar y a eso voy con la mirada hacia fuera, uno tiene que saber también que es parte de un sistema y que no es solamente uno y su vida. Uno también compone su vida en relación a los demás, a tu sistema. Pensar en el amor, también.

Norma Martínez es consciente del poder que tiene su obra para reconocer la depresión. (Fernando Sangama).
Norma Martínez es consciente del poder que tiene su obra para reconocer la depresión. (Fernando Sangama).

MÁS ATENCIÓN AL TEMA DESDE EL ESTADO

Desde el Estado, ¿tú crees que se está haciendo algo para ayudar a la salud mental, crees que hay un cambio en la salud mental en el país?

-Evidentemente tendríamos que estar más atentos al tema. Pero creo que también nuestro país está entendiendo la magnitud de ese problema.

¿Cómo consideras que la prensa aborda el suicidio?

-Hasta las patas, porque lamentablemente la prensa muchas veces está buscando vender y yo creo que es algo jugoso para sacarle partido durante muchos días, para jugar con ese morbo que tenemos todos que es como ‘la carta del suicida’ ‘qué hizo en los momentos previos’... Creo que es responsabilidad de la prensa colocar los grupos de apoyo porque puede ser que alguien esté leyendo eso y necesite ayuda. Muchas personas no saben que existen grupos de ayuda, no saben que pueden hablar con alguien que no sea su familia y decirle 'me está pasando esto’ o 'estoy pensando esto’ y pedir ayuda es quizás difícil, pero debemos hacer que esté más al alcance y cuidar mucho cómo se informa sobre un suicidio.

¿Qué cosas geniales has tenido recientemente?

-He tenido una semana de celebración en mi cumpleaños, que ha sido como una fiesta patronal, he recibido la visita de mis amigos del extranjero, he bailado que es una de las cosas favoritas para mí, ha salido el sol en Lima que es una cosa que me parece genial, después de este invierno espantoso. Considero que soy una persona muy afortunada y trato de ser agradecida porque trato de no dar nada por sentado. Cada noche que salgo a hacer esa función busco que el mensaje llegue, que toque el corazón de las personas y siempre es genial hacer la función para mí. Es una función que haría toda mi vida, es una función que disfruto mucho de hacer y que es como el sentido del trabajo artístico.

¿Cómo te cambiaron los cincuenta o todavía no te das cuenta?

-La verdad, ni me he dado cuenta.

¿Por qué escogiste la canción de Fito Páez ‘Yo vengo a ofrecer mi corazón’ para la obra?

-Para mí esa canción es un himno, es una canción que me ha acompañado siempre, me parece una magnífica primera frase para una canción ( ‘quien dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón’). Yo vengo a ofrecer mi corazón de verdad, o sea yo sí lo pongo ahí para mi trabajo, lo pongo ahí con todo, entonces si yo lo pongo con todo, eso toca.


NO PIERDAN LA ESPERANZA

Para esas personas que piensan en la muerte constantemente o están abatidas, ¿qué les dirías, más allá de la obra?

-Que no pierdan la esperanza, que miren alrededor y que son valiosos para todas las personas que están alrededor y que busquen ayuda urgentemente.

¿Eres consciente que con esta obra puedes hacer que una persona no tome una decisión fatal?

-Sí, sí, sí... y me llena de alegría y me llena de ilusión, como te digo nuevamente ser el puente, el vehículo para que eso no ocurra.

(Yo empecé una lista de cosas geniales, y una de esas cosas -que entonces no puse- fue haber conocido a una persona que ama el morado, que adora a Winnie the Pooh, que tiene un tatuaje hermoso en el brazo, que se ríe como nadie, que es una DJ en potencia, y que sabe abrazarme)


DATO

* La obra va hasta el 9 de diciembre en el teatro Ricardo Blume, exceptuando el fin de semana del 9 de noviembre (que estarán en el Hay Festival).