El tiempo de los videojuegos en niños y jóvenes debe ser limitado para no afectar su salud y desarrollo. (Foto: Pixabay)
El tiempo de los videojuegos en niños y jóvenes debe ser limitado para no afectar su salud y desarrollo. (Foto: Pixabay)

Si hay algo que se ha vuelto común en los últimos años es que los padres recurran a entregarles el celular o Tablet a sus niños con tal de ponerle fin a una rabieta, que se queden sentados en la mesa o que no los interrumpan mientras mantienen una conversación o realizan otras actividades. Esto es un grave error pues a la larga puede ocasionar una adicción severa por la

A esto se le conoce como tecnoadicción y es tan peligroso como la drogodependencia y alcoholismo, pues los pequeños ven normal el pasar largar horas frente a estos aparatos y se olvidan de lo que hay a su alrededor.

“Esto es grave. Es una conducta adictiva hacia videojuegos y redes sociales que hacen que el niño o joven se vuelva ansioso e irritable cuando no se encuentra frente a ella o centra toda su atención en estos estímulos desviando otras actividades como el deporte, el descanso y el trato directo con amigos y familiares”, sostuvo Rocío Aragón, psicóloga del área Asuntos Psicopedagógicos de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa.

Si tienes un hijo o sobrino cercano que pasa muchas horas usando la computadora para videojuegos, los siguientes síntomas te permitirán estar alerta para ayudarlo antes que se convierta en un problema para él.

La especialista indica que debe llamar la atención de los padres “el descuido en el aseo personal, en la alimentación y en las relaciones familiares. La desconcentración, dejadez en los estudios y el total enclaustramiento frente al computador, así como los cambios repentinos de carácter”.

Lo más recomendable es que el uso de la tecnología se limite a máximo 60 minutos al día. De exceder el tiempo a más de dos horas y de presentarse factores en torno a su comportamiento, se podría considerar al niño o joven como adicto.

La especialista explicó que en menores de 5 años debe evitarse pues interfiere con el desarrollo de su cerebro. A partir de los 6 años el uso debe ser mínimo pues se puede desencadenar el “analfabetismo relacional” que es la incapacidad para relacionarse directamente con otras personas y sentirse cómodo con los amigos virtuales.

Respecto a los cambios psicológicos, advirtió que los cuadros de depresión y la ansiedad se producen cuando el adicto no se encuentra frente a la pantalla y trata a como dé lugar de volver a ella, volviéndose una persona totalmente irritable, violenta, agresiva, tensa y nerviosa.

“Los chicos con menos uso de la tecnología suelen ser más creativos, sociables y con mayor capacidad de aprendizaje”, acotó.

Es por esto que resulta vital que los padres estén atentos al comportamiento de sus hijos y poder identificar los síntomas. De encontrarlos, acudir a un especialista será lo más recomendable para evitar llegar a situaciones más complejas y perjudiciales. Los tratamientos psicoterapéuticos, farmacológicos y psiquiátricos serán utilizados para mitigar este tipo de adicción.