Esto les podría ocasionar problemas maxilofaciales, dentales y del lenguaje.
(Foto: Archivo)
Esto les podría ocasionar problemas maxilofaciales, dentales y del lenguaje. (Foto: Archivo)

Chuparse el dedo es una conducta habitual entre de corta edad, ya que esto les produce sensación de placer, porque lo relacionan con la alimentación y los calma cuando están inquietos.

Pero cuando este hábito se prolonga, podría originar graves consecuencias en la dentadura del pequeño, por lo que es necesario corregirlo a tiempo.

La Dra. María Teresa Romero, pediatra del hospital Manises de España, asegura que cuando los niños utilizan un chupón es más fácil vencer esta costumbre, cosa que no se puede hacer cuando se chupan el dedo todo el día.

Además, la especialista informó sobre los problemas que se pueden ocasionar en la dentadura como: maxilofaciales, dentales y del lenguaje. Y es peor si el pequeño sigue esta conducta hasta los cinco o seis años de edad.

Cambio de orientación de las arcadas dentales: 

Podría ocasionar que las arcadas se desplacen hacia adelante la superior y hacia atrás la inferior.

Maloclusión dental:

Si el niño se sigue chupando el dedo hasta los cuatro años o más, es probable que tenga una mordida abierta debido a la falta de contacto entre los incisivos superiores e inferiores al morder.

Deformación del paladar:

Debido al empuje en dirección ascendente que produce la succión del dedo, el paladar modifica su forma haciéndose cada vez más convexo (paladar ojival).

Insuficiente desarrollo del maxilar superior: 

La posición anómala de la lengua en relación al maxilar por la interposición del dedo hace que este no se desarrolle al mismo ritmo que el resto de macizo facial.

Alteraciones del lenguaje:

Debido a la modificación de la situación normal de dientes, lengua y paladar, que son los elementos que intervienen en la fonación, la pronunciación de determinados fonemas puede verse afectada dando lugar a dislalias. 

TAGS RELACIONADOS