“75% de todos los suicidios del planeta suceden en países en desarrollo”, según Tamma Carleton. (Getty)
“75% de todos los suicidios del planeta suceden en países en desarrollo”, según Tamma Carleton. (Getty)

“En el Perú cada día entre 2 y 3 personas se suicidan y el riesgo es 8 veces mayor en el caso de las mujeres que son víctimas de violencia por parte de su pareja”, aseguró el director de Salud Mental del Ministerio de Salud, Yuri Cutipé.

Al celebrarse hoy el 'Día Mundial para la Prevención del Suicidio', el médico hizo una reflexión sobre la importancia de atender la de las personas, como medida para evitar llegar a una decisión desesperada, pues en el país, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de suicidios es de 3.2 por cada 100,000 habitantes, es decir que cada año entre 800 y 1,000 personas mueren por esta causa.

Sin embargo, en el Perú todavía hay un gran subreporte de casos. Esto quiere decir que la cifra de suicidios podría duplicarse y hasta triplicarse, pues muchas veces el sistema de información no registra adecuadamente la causa de las defunciones.

“A veces porque se trata de hechos ocurridos en zonas alejadas, poco difundidos o que han sido mal registrados. Por ejemplo, se extiende un certificado de muerte por intoxicación de venenos agrícolas, pero no se determina si esa intoxicación fue voluntaria o involuntaria”, manifestó Cutipé en diálogo con Perú21.

Población vulnerable

El experto señaló que, según los datos epidemiológicos, en el Perú el grupo de población más afectado por los suicidios son los varones, y entre ellos los adultos jóvenes y los adultos mayores, cuya tasa de autoeliminación alcanza 5 por cada 100,000 habitantes.

Sin embargo, señaló que hay otros grupos vulnerables, como las mujeres que son víctimas de violencia por parte de su pareja, pues en ellas la tasa es 8 veces más alta respecto a las mujeres que no sufren maltratos.

Cutipé refirió que en general los suicidios pueden afectar más a la población que no tiene una red de soporte familiar o una comunidad que sea lo suficientemente protectora o sensible al sufrimiento de las personas.

En ese sentido, comentó que el 90% de las personas que piensan en la autoeliminación dan señales antes de llegar a dicha decisión. “Hay el mito de que las personas que intentan suicidarse nunca lo anuncian, pero en realidad este es el último de una serie de actos que demuestran el sufrimiento de las personas. La persona va perdiendo la esperanza de vivir y el miedo a morir. Este es un proceso que tiene como último acto la muerte. Por eso es importante el soporte familiar o de la pareja como un factor protector”, dijo.

Las señales

Se puede reconocer que una persona podría llegar a esa decisión fatal cuando está continuamente desesperada o en tensión permanente. También cuando, a través de sus palabras, muestra signos de desesperanza o abandona su cuidado y sus responsabilidades, como el trabajo y estudio, y ya no escucha los consejos sino que se aísla. “En este caso es muy probable que esté llegando al límite de sus resistencias y piense en dejar de vivir”, mencionó.

El experto manifestó que lo más importante en estos casos es brindar apoyo a las personas para paliar el sufrimiento. Esto se puede hacer poniéndose a disposición del otro y escuchándole antes de aconsejarle, para saber qué problemas tiene y ayudarle a buscar una solución.

Si se necesita una ayuda profesional, es importante que las personas no solo aconsejen o animen a su familiar o amigo a buscar esta asistencia, sino que lo asesoren para que se ponga en contacto con algún servicio donde pueda recibir ayuda profesional.

“Debemos ser conscientes que nuestra ayuda es muy importante para las otras personas. El dar la mano, dar un apoyo y esperanzas, ayudar a encontrar soluciones y ser solidario con el que sufre es una actitud muy protectora para mantener la ilusión de vivir. En esta fecha debemos reflexionar del gran valor que tenemos frente al otro que está sufriendo”, acotó.

El trabajo del Minsa

Cutipé dijo que, aunque el Ministerio de Salud aún debe fortalecer el trabajo en salud mental, se ha logrado un avance con la implementación de una red de Centros de Salud Mental Comunitarios (CSMC), que ya están en varias regiones del país.

Actualmente hay 30 de estos centros en todo el Perú y 20 servicios de salud mental en diversos hospitales. También se han implementado 5 hogares en Iquitos y 1 en Moquegua para proteger a las personas abandonadas en calle y que tienen un trastorno de salud mental.

Este año se espera inaugurar el primer de estos hogares en Lima y, si el presupuesto de 2018 lo permite, llegar a 10 hogares en la capital y seguir avanzando con 25 CSMC más. La meta es llegar a 127 CSMC al 2021.