En días de frío o que el Sol aparece en pleno invierno, los niños menores de cinco años son uno de los grupos poblacionales más vulnerables a la influenza, ya que su sistema inmune aún está en desarrollo. Por este motivo, los padres deben ser cuidadosos a fin de evitar la enfermedad.
La influenza es más peligrosa que la gripe común en los infantes y se caracteriza por ser una infección viral que ataca el sistema respiratorio, nariz, garganta y los pulmones. Puede ser leve o grave y si no recibe el tratamiento adecuado, hasta causar la muerte.
Y es que al contagiarse con esta enfermedad respiratoria, es más probable que presenten complicaciones como neumonía, deshidratación y agravamiento de los problemas de salud a largo plazo (por ejemplo, pueden presentar alguna enfermedad cardiaca o asma).
Entre los principales síntomas destacan la fiebre o sensación febril acompañada de escalofríos, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores musculares y de cabeza, cansancio, hasta vómitos y diarrea.
La vacuna contra la influenza es la mejor manera de proteger a los niños y debe ser aplicada cada año. Adicional a esto, los padres pueden tomar algunas precauciones para mantenerlos alejados del peligro, como son las relacionadas a la higiene.
El Ministerio de Salud (Minsa) recomendó que los pequeños hasta los 6 meses de vida consuman leche materna para tener los mecanismos de defensa contra enfermedades. Luego, a partir del año, la dieta debe complementarse con alimentos saludables compuestos por carbohidratos (papa, arroz, camote, arveja, entre otros), frutas y verduras que proveen vitaminas y minerales, y hierro de origen animal como la sangrecita, bazo e hígado.
A esto se agrega que es importante que los padres enseñen a los niños que el lavado de manos con agua y jabón debe ser constante para así disminuir la posibilidad de la aparición de algún mal respiratorio.
En este sentido, el Dr. Raúl Urquizo, decano del Colegio Médico de Lima, también aconsejó evitar el contacto con otros niños o adultos enfermos, por lo que pueden dejar de asistir a la escuela y reposar en el hogar. En caso de que haya una persona con los síntomas en casa, esta debe utilizar una mascarilla y cubrirse la boca al toser y estornudar.
El especialista hizo énfasis en una acción que muy pocos toman en cuenta: cambiarlo constantemente de ropa. Los niños deben utilizar prendas limpias y reemplazar con mayor frecuencia, ya que el virus de la influenza puede permanecer hasta 12 horas en sus polos, casacas o pantalones. Así mismo, es recomendable desinfectar las superficies de contacto más comunes en el hogar, como también destaca el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).