Los casos de dismorfia corporal en el Perú también se han incrementado en los últimos años. (Foto: referencial)
Los casos de dismorfia corporal en el Perú también se han incrementado en los últimos años. (Foto: referencial)

Los filtros para alcanzar la ‘belleza extrema’ que han aparecido en los últimos años dejan impresionados a cualquiera. Sin embargo, lucir una apariencia demasiado ajena a la real podría convertirse en un problema de muy serio en algunas personas.

En plataformas como TikTok, uno de los filtros que más ha llamado la atención de los usuarios es el ‘Bold Glamour’ con inteligencia artificial (IA), un efecto que embellece el rostro con alto nivel de precisión y con resultados extremadamente realistas. Si bien podría tomarse como una tendencia pasajera, lo cierto es que el uso frecuente de estas herramientas puede ser síntoma de un grave trastorno mental del que muy poco se habla y que ya está cobrando víctimas en nuestro país. Se trata de la dismorfia corporal.

Recientemente , considerada una de las mujeres más sexys del mundo, volvió a dar qué hablar al confesar públicamente que no está a gusto con su cuerpo y que lleva luchando desde hace varios años contra la dismorfia corporal.

Tengo dismorfia corporal. No siempre me veo a mí misma como me ven los demás. Nunca ha habido un momento de mi vida en el que haya amado mi cuerpo, nunca, jamás”, señaló la actriz de Hollywood a Sports Illustrated.

¿A disgusto con el propio cuerpo?

El psiquiatra Carlos Vera Scamarone conversó con Perú21 y explicó que se trata de un trastorno obsesivo-compulsivo que genera una imagen distorsionada del cuerpo y que, además, provoca la preocupación excesiva por un defecto que para otras personas podría pasar desapercibido. “Es no sentirse a gusto con el propio cuerpo. Es cuando una persona se percibe deforme o no le gusta lo que ve en el espejo”, señaló.

“TikTok, Instagram y otras redes refuerzan o generan mayor ansiedad en una audiencia que muchas veces evita asumir la propia realidad. Necesitamos poner un freno a todo esto porque se nos está yendo de las manos”, expresó el especialista.
“TikTok, Instagram y otras redes refuerzan o generan mayor ansiedad en una audiencia que muchas veces evita asumir la propia realidad. Necesitamos poner un freno a todo esto porque se nos está yendo de las manos”, expresó el especialista.


El abuso de filtros como detonante

El doctor Vera aseguró que el uso de aplicaciones y filtros que modifican nuestra apariencia en las fotos que subimos a las redes sociales solo agrava la situación de pacientes con esta enfermedad mental, ya que cuando este debe enfrentar la realidad, empieza a sufrir crisis de ansiedad e incluso cuadros graves de depresión, llegando hasta el suicidio en el peor de los casos.

TikTok, Instagram y otras redes refuerzan o generan mayor ansiedad en una audiencia que muchas veces evita asumir la propia realidad. Necesitamos poner un freno a todo esto porque se nos está yendo de las manos, expresó el especialista.

La situación en Perú no es distinta a la de otros países. En los últimos años se ha registrado un incremento de cifras de los casos de dismorfia corporal y la pandemia ha sido un factor clave para su aumento significativo. De aproximadamente 10 mil pacientes que se atienden al año en el Hospital III Emergencias Grau y en Policlínico Peruano Japonés, al menos 100 padecen este trastorno mental, lo que representa un 30% más a comparación del 2019.

“Durante la pandemia aumentaron los casos de dismorfia corporal, especialmente en los adolescentes. Y el asunto está en que muchos de estos chicos no reciben un apoyo oportuno. Cuando salimos de la pandemia y ellos entraron a un círculo social, por ejemplo, al pasar a la secundaria o a la universidad, se produce un choque que genera ansiedad, ocasionando incluso trastornos de conducta alimentaria, como anorexia o bulimia... Así, lo que tenemos entonces son cuadros de depresión que van en aumento”, señala el doctor Vera.

Señales de alerta

Según el experto, los adolescentes con trastornos de conducta, de naturaleza muy impulsiva o con personalidad dependiente, baja autoestima, es decir, aquellos que dependen mucho de la opinión del resto, son los que tienen más riesgo de padecer dismorfia corporal. En ese sentido, explicó cuáles son los indicadores que un padre de familia debería tomar en cuenta antes de decidir buscar ayuda profesional.

Si el adolescente se aísla, evita salir de su dormitorio, empieza a preocuparse excesivamente de cómo se ve frente a los demás, o insiste en someterse a algún retoque estético o quirúrgico, podrían ser considerados como signos de alerta.

El psiquiatra Carlos Vera reiteró que es fundamental buscar ayuda profesional a tiempo para evitar consecuencias que podrían llegar hasta desenlaces fatales. “A veces pasamos por alto esos casos, y de pronto, de un momento a otro, el adolescente entra en una depresión severa hasta que colapsa, llegando en muchos casos incluso al suicidio”, concluyó.

Así que no conviene caer en el uso y abuso de estos “efectos” fotográficos, en los que las redes sociales son tan pródigas. Lo que puede percibirse como una humorada o simple vanidad, a veces puede estar ocultando un trastorno serio que solo se agravará con el tiempo.


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